Guerra en Ucrania
Tras los pasos de Andrei Troshev, el veterano de guerra ruso que puede tomar las riendas de Wagner
El comandante del grupo de mercenarios dirige el nuevo despliegue en Ucrania de las unidades de la compañía militar privada
El desconocido Andrei Troshev recorrió a última hora del jueves los pasillos del Kremlin en compañía del viceministro de Defensa, Yunus-Bek Yevkurov. La cita era importante. Vladimir Putin esperaba recibir el parte de la evolución del Grupo Wagner tras la muerte en agosto de su fundador y líder, Yevgueni Prigozhin, en un accidente aéreo del que todavía no se conocen las causas. El presidente ruso quería acceder de primera mano a la información que obra en poder de dos de las figuras que mejor conocen los engranajes de la compañía militar privada. Por un lado, para concretar el envío de nuevas «unidades de voluntarios» a la guerra de Ucrania. Por otro, para recolocar las piezas de un grupo sin un liderazgo definido. Y es que Prigozhin no murió en solitario. En la aeronave estrellada a las afueras de Moscú viajaba también su número dos, el comandante Dimitri Utkin.
Yevkurov y Troshev conocen bien el estado en el que se encuentra Wagner. El primero ha recorrido en las últimas semanas los dominios de la compañía de mercenarios en Siria y varios países de África para convencer a sus clientes de que el negocio sigue en pie, según adelantó una investigación de The Wall Street Journal. El segundo, cofundador del grupo, suena cada vez con más fuerza como sucesor del desaparecido Prigozhin, de acuerdo con la prensa local. Algunos dan por hecho que ya ha tomado los mandos del grupo de mercenarios, al menos en lo que respecta al papel de Wagner en la denominada «operación militar especial» en Ucrania.
Uno de los indicios principales fue la forma en la que Putin se dirigió a él durante la reunión de la pasada semana en Moscú. «Usted mismo lleva más de un año combatiendo en una unidad de este tipo. Usted sabe lo que es, cómo se hace, conoce las cuestiones que hay que resolver de antemano para que el trabajo de combate se desarrolle de la mejor y más exitosa manera», trasladó el presidente a Troshev. Las imágenes difundidas por el Kremlin no recogen ninguna de las respuestas del comandante de Wagner, que se limita a asentir.
El perfil de Troshev puede encajar en el esquema de Putin. Nacido precisamente en San Petersburgo, entonces Leningrado, la ciudad natal de Putin. Y de Prigozhin. Curtido en las unidades OMON y SOBR del Ministerio del Interior, encargadas de responder a los disturbios y hacer frente a las amenazas terroristas. Veterano de las guerras de Afganistán y Chechenia. Combatiente en Siria de la mano del Grupo Wagner.
Recibió por su papel en el asalto a Palmira contra el Dáesh la más alta condecoración del Estado, Héroe de Rusia. Los documentos de sanciones publicados por la Unión Europea y Francia recogen que Troshev ejercía como jefe de personal, supervisaba las operaciones. La hoja de sanciones del Reino Unido refleja que el comandante de Wagner «apoyó al régimen sirio, fue miembro de una milicia y reprimió a la población civil en Siria».
Una mácula figura en su hoja de servicios. En 2017, fue hospitalizado tras deambular ebrio por las calles de su San Petersburgo natal. Llevaba encima 5 millones de rublos en efectivo, unos 85.000 euros al cambio en aquella época. Cargaba también con mapas de Siria, registros de armas y un billete de avión con destino Krasnodar, según el diario Fontanka. Ya entonces flotaba en la órbita de Wagner. Era, de hecho, muy cercano al propio Utkin.
«Creo que hay un buen número de personas que quieren participar [en la dirección del Grupo Wagner]. Es posible que las autoridades decidan dividir el grupo en varios lugares, o tal vez se lo den entero a alguna persona. Pero en cualquier caso, no será Troshev», indicó el periodista de investigación ruso Denis Korotkov, el primero en desvelar la implicación en Siria de los mercenarios, en una entrevista con Meduza. «Es posible que Troshev sea instalado para el espectáculo, pero el jefe de cualquier empresa necesita ser un gerente que pueda dirigirlo todo, desde las finanzas hasta la organización y la política».
«No sabemos quién puede ser. No creo que sea posible mantener la estructura de Wagner. Ese grupo sólo podía existir bajo la dirección de Prigozhin como parte de su imperio financiero. Ahora, o dejará de existir o se convertirá en una o varias organizaciones turbias que, como de costumbre, serán saqueadas. No espero que se mantenga el antiguo nivel de independencia de la empresa militar privada», añadía Korotkov. Sin embargo, sólo cinco días después de la rebelión armada contra la cúpula militar rusa encabezada por Prigozhin, Troshev estuvo presente en una reunión entre Putin y varios comandantes de Wagner en la que el presidente ruso ofreció a los wagneritas «varias opciones de empleo, incluso bajo la dirección de su comandante directo con el indicativo Sedoy». «Sedoy» o «Pelo gris» es el nom de guerre de Troshev.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dejó claro en declaraciones recogidas por RIA Novosti que Troshev trabajaba ahora en el Ministerio de Defensa que lidera Serguéi Shoigú. Ese mismo día, la inteligencia militar británica difundió que cientos de combatientes de Wagner habrían comenzado a desplegarse de nuevo en Ucrania. «El estatus exacto del personal que se está redesplegando no está claro, pero es probable que los individuos se hayan transferido a partes de las fuerzas oficiales del Ministerio de Defensa ruso y a otras compañías militares privadas».
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