Reino Unido
Penny Mordaunt, la última bala de los «tories» para evitar un tsunami electoral
Un creciente número de diputados se plantea sustituir a Sunak como líder antes de las elecciones generales británicas de otoño
Nadie esperaba que en la ceremonia de coronación de Carlos III en mayo de 2023 una mujer consiguiera robar el protagonismo al propio monarca. Como presidenta de la Cámara de los Comunes y presidenta del Consejo, Penny Mordaunt, tuvo que sostener la Espada de Estado de más de 3,5 kilos –la más pesada de la colección real– durante 50 minutos. La proeza le valió admiración a ambos lados del Atlántico. La pregunta ahora es: ¿será ella la próxima primera ministra británica?
En la antesala de unas elecciones generales podría parecer descabellado que una formación cambiara a última hora de líder. Pero todo es posible cuando se habla del Partido Conservador. Todas las encuestas predicen que, tras más 14 años en el poder, perderán los comicios. Y en un giro a la desesperada, las filas estarían valorando la posibilidad de forzar la salida de Rishi Sunak para poner a Mordaunt como candidata. No les tembló el pulso para deshacerse de Boris Johnson y Liz Truss. Podrían ahora repetir el guión.
Las últimas encuestas revelan que el apoyo al partido ha caído a sus mínimos más bajos desde los caóticos días de la fugaz Truss, que hizo que la libra se desplomara en otoño de 2022 con el plan de recortes de impuestos más radical desde 1972. No llegó a estar dos meses en Downing Street.
Sunak tomó el relevo con la promesa de encauzar la economía. Y lo está haciendo. Pero ni siquiera el hecho de que la inflación haya pasado de dos dígitos al 3,4% actual, la cifra más baja registrada desde septiembre de 2021, ha logrado impulsar su popularidad.
Lo preocupante ya no son los 25 puntos de ventaja que saca la oposición laborista, sino que los «tories» tan sólo sacan cuatro puntos al Partido Reforma fundado por el controvertido populista Nigel Farage, protagonista del triunfo del Brexit. La deserción del que fuera presidente del Partido Conservador, Lee Anderson, a las filas del Partido Reforma ha supuesto una verdadera humillación.
Por otra parte, las siete derrotas cosechadas la última semana por el Gobierno en la Cámara de Lores con la tramitación de la polémica ley de inmigración para mandar a Ruanda a solicitantes de asilo llegados por rutas irregulares ha empeorado aún más la situación.
Consciente de la importancia que tiene la inmigración para el electorado, Sunak ha convertido al Plan Ruanda en uno de los pilares de la legislatura. Su objetivo era terminar la tramitación del proyecto de ley antes de Semana Santa, para tener el primer vuelo antes de las elecciones de mayo. Pero el calendario es ya imposible.
En este contexto, según revelaba «The Spectator», biblia para los «tories», «los parlamentarios están discutiendo seriamente los pros y contras de cambiar de líder». El descontento no se limita a los críticos habituales de Sunak. Nadie cree que un nuevo líder salvaría a los conservadores de la derrota en las urnas, pero al menos «esperan reducir el tsunami a una mera inundación». En los corrillos, el nombre de Mordaunt –en su día la primera mujer al frente del ministerio de Defensa– suena con fuerza. Como reservista naval, tiene credibilidad entre la derecha conservadora porque presionó para que se aumentara el gasto en Defensa. Pero, en su contra, está el hecho de que ya ha intentado postularse hasta en dos ocasiones en primarias sin tener éxito.
La única ventaja para Sunak es que no hay un rival obvio. No obstante, los parlamentarios se preguntan si el primer ministro es realmente la mejor opción para liderar la campaña de cara a las elecciones locales del 2 de mayo. Un descalabro en esta cita con las urnas podría incrementar las posibilidades para forzar su salida. De momento, sigue sin haber fecha oficial para las próximas elecciones generales, cuya fecha legal límite es en enero de 2025. Teniendo en cuenta que Reino Unido actúa como anfitrión en la próxima cumbre de la Comunidad Política Europea el 18 de julio -que se celebrará en el palacio de Blenheim, lugar de nacimiento de Winston Churchill– se presume en cualquier caso que los comicios generales serán en otoño.
En Downing Street, todas estas teorías de conspiración generan desasosiego. El Número 10 no es un búnker sellado. El equipo de Sunak supo desde el principio que las probabilidades estaban en su contra. Pero también siguen creyendo que, una vez que los conservadores reflexionen sobre las opciones, llegarán a la conclusión de que un cuarto primer ministro en cuatro años sería una locura de la que el partido tal vez nunca se recupere. Con todo, nadie descarta ningún escenario.
Tras la reunión a puerta cerrada que Sunak celebró a mitad de marzo con el Comité 1922 -que reúne a los tories sin cartera- se filtraron luego todo tipo de comentarios a la prensa. Algunos diputados consideran que Mordaunt no tiene posibilidades y que los rumores para poner a un nuevo líder son “absurdos”. Otros sin embargo recalcan: “si escuchas el seguro caer al suelo es que aún tengo la granada en la mano”.
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