Guerra de Ucrania
Rusia muestra su hostilidad contra los combatientes en Ucrania que regresan al país
Varios mercenarios de Wagner y reclutas del Ejército están siendo agredidos y asesinados
Un grupo de jóvenes agredió el sábado al grito de «asesinos» a un exmercenario del Grupo Wagner y a un recluta del Ejército regular en un café de la provincia de Zabaikalie, en el este de Siberia, según la prensa rusa. Unos días antes, el soldado Anton Chashkin, quien había regresado al país tras haber participado en la denominada «operación militar especial» en Ucrania, murió en una reyerta similar en la ciudad de Cheliábinsk, informó la agencia estatal de noticias URA. Y la semana pasada, otros dos combatientes de Wagner murieron apedreados por cuatro locales en la región de Krasnodar, de acuerdo con los canales de televisión Kuban24 y Tsargrad.
Estos han sido algunos de los casos que han puesto de relieve el creciente rechazo que despiertan en Rusia algunos antiguos combatientes que han participado en la invasión.
Los incidentes evidencian, sobre todo, el descrédito en el que están sumidos los hombres de Yevgueni Prigozhin. El golpe de Estado fallido de junio contra la cúpula militar rusa y, en última instancia, contra el liderazgo de Vladimir Putin ha levantado cierta hostilidad en determinados sectores de la sociedad rusa.
Este factor se ve agravado a su vez por el origen y la procedencia de los efectivos de la compañía militar privada, que fueron sacados de las cárceles para enrolarse en las filas de Wagner. Una operación similar a la que se llevó a cabo en el Ejército regular, del que forman parte en la actualidad miles de exconvictos que han vuelto al país tras su paso por Ucrania viendo reducidas y, en muchos casos, condonadas sus penas.
El motín fallido de Prigozhin puso en marcha el desmantelamiento de la fuerza paramilitar, aunque algunos combatientes optaron por recalar en la Bielorrusia de Alexander Lukashenko, el encargado de desactivar la rebelión cuando los hombres de Wagner ya estaban a las puertas de Moscú. Otros, sin embargo, recibieron la luz verde del Kremlin para instalarse en Rusia, donde muchos esperaban ser recibidos como héroes de guerra. Pero el antibelicismo se está extendiendo en Rusia, especialmente entre los jóvenes de 18 a 24 años, según una encuesta realizada en junio por la empresa sociológica rusa Field.
Descontento
Este caldo de cultivo empeora por momentos. Decenas de antiguos miembros de Wagner reclaman las prestaciones y pensiones para sus familias comprometidas en su día por Prigozhin. El líder de los mercenarios garantizó que los más de 100 millones de dólares en efectivo y activos descubiertos durante las redadas en sus propiedades estaban destinados a sus combatientes. Pero hay casos de soldados y familiares a los que ni siquiera se les entregó la documentación necesaria para certificar su condición de veteranos, lo que les permitiría optar a pensiones estatales y otras prestaciones.
Muchas de las esposas y viudas de antiguos miembros de la compañía militar privada se han quejado de que sus salarios han sido retrasados o retenidos, incluidos los llamados «pagos de ataúd», que se asignan a los familiares de los muertos en Ucrania.
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