Ataque sin precedentes en Israel

Testigo directo desde la frontera con Gaza: "Iban casa por casa. Lo único que buscaban era la muerte"

Comienzan las evacuaciones de las poblaciones vecinas a la Franja. Ariel Shagerman, ya a salvo, cuenta su experiencia a LA RAZÓN. "Abrieron fuego para realizar una masacre"

Las poblaciones fronterizas con Gaza son las que más han sufrido el zarpazo del terrorismo de Hamás. Ariel Shagerman, residente en el kibutz de Or Haner, a 3,5 kilómetros de la Franja, recuerda lo que describe como “muy, muy, duro. Brutalidad, algo que no se puede creer: terrorismo”. De origen argentino, Shagerman asegura que estaba acostumbrado ya a los proyectiles lanzados desde Gaza y a las alarmas. Con el ataque sin precedentes de los milicianos de Hamás de primera hora de la mañana del sábado, se metieron en el “cuarto seguro” de su casa.

“Al poco tiempo vemos por la televisión que había vehículos de terroristas dando la vuelta por todo el sur” de Israel, comenta asombrado. Shagerman, que lleva casado con una israelí 37 años y 21 residiendo allí (tras pasar unos años en Argentina, quiere que se entienda que “estos terroristas lo que hicieron fue ir casa por casa, abrían la puerta y mataban a la gente. Asesinaban, quemaban vehículos, quemaban casas, quemaban tractores...”.

Entre los 600 muertos (según el último balance) “hay muchos amigos, muchos conocidos, hay jóvenes, padres, madres, soldados, ancianos”. Shagerman cuenta que en un kibutz tuvieron durante más de 20 horas a cincuenta personas capturadas. “Amenazaban con matarles a todos, hasta que por fin entró un comando y acabó con los terroristas”. Para Shagerman, los militantes de Hamás simplemente querían "matar al mayor número de personas posible". “Abrieron fuego para realizar una masacre”. Y es que Ariel incide en que "no son muertos, son asesinados".

Sobre los secuestrados, asevera que no solo hay soldados, también cadáveres de jóvenes, gente de 80 años, de todas las edades. Aún hoy “continúan las escaramuzas en muchos lugares, porque ellos se escondieron, y cuando pensamos que no había pasado nada, volvieron a aparecer y a seguir matando. Han hecho una masacre. Es muy triste”, lamenta Shagerman.

En los kibutz las comunidades se conocen y poco a poco comienzan a conocer el paradero de sus vecinos y amigos. “Nosotros tenemos cuarto de seguridad. Hay quienes han pasado 30 horas encerrados, escuchando árabe en el parte de arriba de su vivienda. No saben qué ha pasado, sin electricidad, se están enterando ahora tras ser rescatados”.

El Gobierno de Israel ha informado que el Ejército va a evacuar a todas las poblaciones que se ubican en la zona fronteriza con Gaza y Shagerman y su mujer ya han salido. Se encuentran en Tel Aviv. Se fueron con lo puesto para no correr ningún tipo de peligro, aunque ahora ha pedido a un vecino que le traiga algo de ropa, pues no saben cuándo volverán.

Los hijos varones de Ariel han sido reclutados por el Ejército israelí. Ya a salvo en Tel Aviv, confiesa que es uno de los peores episodios no sólo que ha vivido Israel, sino el mundo. "No es una guerra entre dos ejércitos, acá entraban en tu casa y mataban a civiles. Si no salías te mataban, y si no, te quemaban la casa. Hasta la gente que iba por la calle la asesinaban". El objetivo era “matar a la mayor cantidad de gente”. Shagerman narra cómo en uno de los kibutz al que asaltaron los milicianos de Hamás, "había civiles heridos y no les dejaban ser rescatados. Lo único que buscaban era la muerte”.