Ucrania
La voladura de la presa podría hacer peligrar el suministro de agua en la península ocupada de Crimea
Se estaría vaciando el embalse que alimenta el Canal de Crimea del Norte, que recorre 250 millas hacia el sur y el este para abastecer de agua dulce a la península ocupada por Rusia
Mientras Rusia y Ucrania se culpan mutuamente de la voladura de la presa de Nova Kajovka, el agua del río Dniéper sigue fluyendo sin control e inundando todo lo que encuentra a su paso en su camino hacia la desembocadura en el Mar Negro. Decenas de miles de personas podrían tener que ser evacuadas en los 80 municipios que se habrían visto afectados directamente.
Según los primeros informes, la superficie inundada afecta más al lado sur, el que ocupan las tropas invasoras rusas en el oblast de Jerson y que sirve de frontera con los territorios ucranianos no ocupados. De hecho, uno de los principales problemas a los que se enfrenta ahora mismo Putin es el suministro de agua dulce de la península de Crimea, ocupada ilegalmente por Rusia desde 2014.
La explosión de la presa está provocando la salida del agua embalsada en esa zona del río que, además, servía de refrigeración para la central nuclear de Zaporiyia. De momento no hay peligro inminente pero habrá que esperar a ver cómo evoluciona la situación por si una ausencia prolongada de agua de enfriamiento podría representar un riesgo. Lo que sí parece que es más grave es que se está vaciando el embalse que alimenta el Canal de Crimea del Norte, que recorre 250 millas hacia el sur y el este para abastecer de agua dulce a la península ocupada por Rusia.
Según informa Newsweek, Vladimir Leontyev, el jefe impuesto por el Kremlin en la región ocupada de Jerson, ya ha dado la voz de alarma sobre el canal. "La única amenaza [es] que tendremos problemas con el suministro de agua a Crimea", dijo el funcionario, citado por el medio RBC de Rusia. De momento, aunque el nivel del agua del canal caiga, parece que los embalses de la península tienen suficientes reservas.
En cualquier caso, este canal ha sido un problema para Moscú desde que en 2014 se apoderara de la península de Crimea. Antes de esa fecha, el canal proporcionaba alrededor del 85% del agua de Crimea, la mayor parte de la cual se utilizaba para la agricultura y el resto a la industria y al consumo público.
Tan importante es esta infraestructura que las tropas rusas tomaron el control del canal el primer día de la invasión a gran escala de Ucrania en febrero del año pasado, por parte de las unidades que avanzaron desde este territorio hacia el norte. Días después, las tropas de Moscú volaron la presa construida tras la anexión de Crimea.
Bloquear el canal y restringir o incluso impedir el suministro de agua de Crimea fue "una de las pocas opciones que tuvieron las fuerzas armadas ucranianas", dijo James Rogers, cofundador del grupo de expertos Council on Geostrategy con sede en Reino Unido, a Newsweek. Más de un año después de la reapertura de dicho canal, el Kremlin no ha podido asegurar el suministro.
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