Pelo
Que no te engañen: presumir de rizos en verano es posible y tenemos los trucos (de experto) definitivos para conseguirlo antes que nadie
Ahora podrás defender tu espectacular melena curly.
Dominar tus rizos no es fácil, bien podríamos admitir que es una tarea que nos lleva mucho tiempo. Pero no amiga, tampoco es imposible. El primer paso es conocer nuestra melena, la estructura y las características de nuestros rizos, porque no todos son iguales y saber con exactitud a qué nos enfrentamos cada mañana es determinante. ¿Qué debemos tener en cuenta? “La hidratación natural, la porosidad y la elasticidad”, asegura M.ª José Llata de Peluquería Llata Carrera (Santa Cruz de Bezana, Cantabria).
“No todas las melenas absorben los líquidos de la misma manera, es decir hay fibras más porosas que otras. También las hay más finas o más gruesas y el grosor es el que determina el porcentaje de emolientes a aplicar, si deben ser más o menos pesados. Lo mismo sucede con la oleosidad, la grasa que generamos, y eso determina cómo lavar y exfoliar. Por último, la elasticidad, siempre diagnosticada de un modo profesional, determinará la flexibilidad, un aspecto que indicará la necesidad de aportar proteínas o agua.”, afirma la experta.
Hidratación: aliada para evitar el encrespamiento
Es posiblemente uno de los problemas más habituales en los cabellos rizados. “La falta de hidratación está presente en muchas melenas rizadas, aunque no de la misma forma, y es la causa de que el pelo rizado tienda a encresparse. Cada cuero cabelludo es diferente y hay que analizar su oleosidad para aportar la hidratación necesaria de una forma equilibrada.”, explica Llata.
Una vez que hayamos encontrado el equilibrio, presumir de melena rizada durante los meses de sol -fechas en las que la sequedad es muy habitual-, sí será posible. ¿A qué esperas?
Qué productos necesito según mi pelo
Aunque es necesario acudir a tu peluquería de confianza, tú también puedes tomar nota de las necesidades de tus rizos para un mejor mantenimiento. En el caso de la porosidad, que viene determinada según “cómo están unidas las escamas que forman la fibra”, notaremos que es baja cuando al ducharnos el pelo tarda mucho en mojarse bajo la ducha y en secarse posteriormente. “Un tipo de porosidad baja hace que tarde mucho el pelo en mojarse bajo la ducha y en secarse y también que sea más difícil de peinar”, afirma la experta.
En el caso contrario, el pelo se seca muy rápidamente y el encrespamiento es habitual: nuestra melena cuenta con una porosidad alta. “La fibra se empapa de hidratación, pero al mismo tiempo la pierde fácilmente”, asegura la experta de Peluquería Llata Carrera.
Utilizar los productos adecuados a nuestras necesidades es fundamental para lograr un equilibrio. LLata recomienda “evitar los aceites demasiado densos y escoge fórmulas más ligeras como aceites de semilla de uva o de almendras” si la porosidad es baja, y añade, “mejor también los productos que se dejan actuar sin aclarado y aplícalos con el pelo mojado en vez de húmedo”. En el caso contrario, Llata habla del uso de “aceites como el de argán para que no solo hidraten, sino que actúen evitando la pérdida de hidratación a modo de barrera” y recomienda " tratamientos que aporten proteínas”.
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