
Cosmética
Esto es lo que le pasa a tu piel cuando no la lavas por la mañana aunque lo hicieras por la noche
Las expertas nos desvelan las razones que te harán no saltarte la limpieza por las mañanas.

Si crees que tu piel amanece impoluta solo porque anoche hiciste una limpieza de matrícula de honor, tenemos noticias para ti. Aunque no hayas pisado la calle desde la última vez que te desmaquillaste, tu piel ha seguido trabajando mientras dormías. Y, como todo esfuerzo, deja huella. Sudor, sebo, toxinas y hasta restos de los potentes activos que aplicaste antes de acostarte se quedan en la superficie cutánea, creando un cóctel invisible que podría estar impidiendo que tu piel brille como merece. ¿La solución? Una limpieza matutina que no solo borre los excesos de la noche, sino que también prepare tu rostro para recibir lo mejor del día. Las expertas nos cuentan por qué lavarse la cara al despertar no es una opción, sino un gesto de belleza imprescindible.
Ser una alumna de sobresaliente en el skincare te lleva a plantearte algunas dudas y una de las preguntas más recurrentes en las consultas de las expertas en belleza es si, después de una limpieza nocturna impecable y de haber aplicado religiosamente los cosméticos adecuados, es realmente necesario volver a lavar el rostro por la mañana. Aunque el misterio podría alargarse un poco más, la respuesta es rotunda: sí. Y no solo por las legañas con las que solemos amanecer. Lara González, cosmetóloga de Byoode, explica que mientras dormimos, la piel no descansa, sino que entra en un estado de reparación intensiva, un proceso en el que genera residuos metabólicos que se acumulan en la superficie cutánea. Durante la noche, produce sudor, sebo y elimina toxinas a través de la regeneración celular. Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD, lo deja claro: aunque invisibles, estos desechos pueden obstruir los poros si no se eliminan correctamente al despertar. Pero eso no es todo. La contaminación ambiental, el polvo suspendido en el aire y los restos de cosméticos de la noche anterior también pueden depositarse en la piel sin que nos demos cuenta. Y aquí viene otro dato revelador: aunque creamos que dormimos en un entorno impoluto, nuestra funda de almohada puede ser un caldo de cultivo de bacterias. Lara González apunta que, al apoyar la cara en la tela durante horas, la piel queda sobreexpuesta a microorganismos procedentes de la grasita que desprendemos o incluso de la saliva. Estefanía Nieto, directora técnica de Medik8, advierte que si no lavamos el rostro por la mañana, el sebo acumulado durante la noche puede modificar el ph de la piel y favorecer la proliferación de bacterias perjudiciales, lo que aumenta el riesgo de imperfecciones. A esto se suma otro detalle importante: en la rutina nocturna solemos aplicar productos ricos en activos potentes como retinoides, hidroxiácidos o aceites oclusivos, que trabajan durante la noche. Sin embargo, sus residuos pueden permanecer en la superficie de la piel y volverse menos efectivos si no se eliminan correctamente por la mañana. Lara González insiste en que una limpieza matinal permite que los activos aplicados durante la noche hagan su trabajo sin interferencias y que la piel reciba de manera óptima los cosméticos que aplicaremos después. Más allá de la higiene, empezar el día con la piel limpia tiene beneficios adicionales. No se trata solo de borrar lo que ha quedado en la superficie, sino de prepararla para lo que viene. La limpieza de la mañana activa la microcirculación, despierta la piel y la deja más receptiva a los ingredientes estrella del día, como los antioxidantes y los protectores solares. Mireia Fernández, directora técnica de Boutijour, confirma que incluso quienes tienen piel seca deben limpiar suavemente por la mañana para eliminar impurezas y evitar la acumulación de residuos que pueden provocar sensibilización.
Los mejores limpiadores para empezar el día con buena cara
Y como ningún consejo está completo sin una selección de imprescindibles, estos son los limpiadores que no pueden faltar en tu neceser para conseguir esa piel radiante que tanto deseas.
Super green poem, de Byoode (29 euros)

Un limpiador en gel ideal para la limpieza matutina o como segundo paso de la doble limpieza, con saponinas vegetales que respetan la barrera cutánea y una carga extra de antioxidantes.
Surface radiance cleanse, de Medik8 (34 euros)

Regula el exceso de sebo gracias a su combinación de alfahidroxiácidos como el láctico y el mandélico, junto con ácido salicílico para una exfoliación suave.
Lotus leaf cleansing gel, de Boutijour (33 euros)

Incorpora extractos botánicos coreanos, como el loto de agua, para una limpieza antioxidante y calmante.
Nutritive cleanser, de Perricone MD (46 euros)

Combina ácido alfa lipóico, alfahidroxiácidos y cobre para eliminar impurezas, mejorar la firmeza y revitalizar la piel en un solo gesto.
Así que sí, lavarse la cara por la mañana no es un capricho ni una manía, sino un hábito que marcará la diferencia en la salud y luminosidad de tu piel.
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