Estética
La medicina estética también es cosa de hombres: uno de cada cuatro se ha hecho un tratamiento
Todavía existe un gran estigma social y tabúes que giran en torno a este mundo, en el que el factor de género cobra un papel destacado, siendo el sector masculino quien se lleva la peor parte
Hablar sobre medicina estética conlleva a menudo entrar en el clásico debate de "a favor o en contra". Aunque son muchos los que defienden este tipo de tratamientos o intervenciones para mejorar nuestro aspecto apelando a la libertad de cada uno, recordando aquello de "cada uno con su cuerpo que haga lo que quiera", todavía existen estigmas y ciertos prejuicios sobre esta materia, ya sea desde la controversia que puede suscitar que la gente joven se sume a esta tendencia demasiado pronto, los problemas de autoestima o falta de confianza que en ocasiones hay detrás, la imagen distorsionada de nuestro propia apariencia que a veces deriva del hecho de querer someternos continuamente a nuevas intervenciones, así como tabúes que giran en torno a este mundo y donde el factor de género cobra un papel destacado.
No es raro encontrarnos a personas, desde celebrities a gente de a pie, que tras someterse a algún tipo de tratamiento estético y ser preguntadas por ello lo niegan hasta la saciedad. Y es que los pacientes que hacen uso de esta práctica sufren un gran estigma social, siendo juzgados por ello en muchas ocasiones o incluso vistos de mala forma. Si bien, en este caso, es el sector masculino el que se lleva la peor parte, acumulando un mayor número de tabúes y prejuicios, no quiere decir que los hombres no recurran a la medicina estética y se trate de una práctica sólo de mujeres. Para arrojar algo más de luz acerca de este terreno, Teoxane, marca líder en innovación en ácido hialurónico, en colaboración con Nielsen, ha realizado un estudio, entrevistando a 5.000 hombres españoles, para revelar la percepción de este sector de la población sobre la medicina estética en España.
Así, de este estudio se desprenden datos como que uno de cada cuatro hombres se ha realizado un tratamiento de medicina estética y hasta un 60% estaría interesado en hacerlo en un futuro, siendo los menores de 41 años los que más recurren a este tipo de tratamientos. Las Islas Canarias tienen la mayor incidencia de hombres que se han realizado ya algún tratamiento de medicina estética. Y entre las cinco comunidades con más habitantes (Comunidad de Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía y Galicia), la Comunidad Valenciana se alza con la primera posición en cuanto a número de hombres que recurren a este tipo de procedimientos.
Aun así, y dados los estigmas que persisten, el rechazo social que genera este tema continúa, de ahí que cuatro de cada 10 hombres que se han hecho un tratamiento con ácido hialurónico tenga problemas en reconocerlo. Las causas pueden ser diversas, desde miedo a lo que la gente pueda decir o pensar y a no ser comprendidos, por vergüenza de reconocerlo o por evitar críticas a su alrededor. Así lo explican también los doctores especialistas en esta materia, Antonio Di Benedetto y Miguel Paule, asegurando que "aunque el número de hombres que se someten a tratamientos estéticos está en aumento, muchos son reticentes a hablar de ello en sus círculos cercanos”.
De hecho, el estudio revela que aunque tres de cada cuatro hombres españoles piensa que es normal que un hombre se realice tratamientos de medicina estética, todavía hay un 6% que lo considera raro o tabú. Pero, ¿cuál es el motivo principal de ese 6% que dice que los hombres no deberían recurrir a este tipo de tratamientos? En el 30% de los casos se debe a una mentalidad machista y/o homófoba. El resto, en gran medida, hace referencia a que les parece algo “poco natural” o “artificial”. Comentarios como "no me parece muy masculino", "los hombres no necesitamos este tipo de tratamientos", "me parece de gays" o "es cosa de mujeres" son algunos de los más repetidos en este sentido.
Ante esto, para abordar esta reticencia, el doctor Navarro cree que lo mejor es enfatizar la relación médico paciente, además de abordar los distintos puntos de preocupación o de dudas. “Demostrándoles que la medicina estética es medicina y, sobre todo, salud”, afirma. Combatir la desinformación que puede girar en torno al mundo de la estética y documentarse para conocer mejor las opciones que se ofrecen en el mercado y su calidad, puede suponer otro factor importante para revertir ese rechazo.
El papel del ácido hialurónico
En el amplio mundo de la medicina estética hay elementos que despierten menos polémica, recibiendo una mayor aceptación por parte de la sociedad y posicionándose como favoritos entre los tratamientos que existen hoy en día. Es el caso del ácido hialurónico, cuya presencia y protagonismo cada vez es mayor, ya no solo en cuanto a tratamientos, sino incluso en muchos de los productos de cosmética, lo que hace que la población esté más familiarizada con este término. En concreto, se trata de un componente natural presente en la piel que se encarga de retener el agua, mantener la piel estructurada, suave e hidratada. Cuando se usa en medicina estética, el AH se presenta en forma de gel, siendo las inyecciones de este polisacárido uno de los tratamientos antienvejecimiento más populares disponibles.
Según apunta el doctor Raúl Navarro, la seguridad, los resultados naturales, la mejora de autoestima y la duración son los principales factores que contribuyen a la buena consideración que se tiene de estos tratamientos y a la satisfacción de los pacientes. Y aquí los hombres tampoco son una excepción. Así, de acuerdo con los datos que arroja el estudio, el 93% de los hombres tratados considera el resultado de los tratamientos con ácido hialurónico como “muy bueno” o “bueno”, y el 60% ha repetido entre 2 y 3 veces.
Acerca de este producto, los doctores Benedetto y Paule explican que “el ácido hialurónico es un componente natural del cuerpo humano, con un perfil de seguridad establecido, que es capaz de proporcionar resultados naturales aportando mejoras en su apariencia facial de forma temporal sin comprometerse a largo plazo. En la piel, su presencia permite una mejor firmeza y resistencia de la misma, pero, con el paso del tiempo, esta molécula disminuye su concentración, provocando arrugas y flacidez”.
Se puede observar, por tanto y a la luz de las cifras extraídas, cómo existe una tendencia creciente entre los hombres españoles hacia la medicina estética y el ácido hialurónico, los cuales ven en estos tratamientos una forma legítima de cuidar su apariencia y bienestar. Las redes sociales y su gran integración en el día a día de la gente, manteniendo esa exposición constante hacia los demás y al juicio ajeno, fomentan además que se preste una mayor atención a la imagen y al autocuidado. Los expertos señalan que “en comparación a las mujeres, aproximadamente el 30% de los hombres acuden a consulta por tratamientos estéticos, y este número ha experimentado un claro aumento en los últimos años”.
Ante esta tendencia al alza, no hay que olvidar que la confianza en el profesional, así como en la calidad de los tratamientos que realiza, es un factor esencial a la hora de asegurarse unos resultados satisfactorios. Como apunta el doctor Paule, "nosotros dejamos una huella estética, puede ser positiva o negativa", de ahí la importancia de elegir a un buen profesional. En el caso de los hombres que deciden tratarse, tal y como muestra el estudio, un 45% valora por encima de todo la reputación del doctor, frente a un 36% que prioriza el producto o un 20% que lo hace por precio.
Pero, llegados a este punto, puede que se pregunten cuáles son los tratamientos más requeridos en consulta. En este sentido, Benedetto y Paule no tienen dudas, aseguran que “los tratamientos de medicina estética más solicitados por los hombres incluyen suavizar las arrugas en la frente, entrecejo y patas de gallo, definición de la mandíbula y combatir la cara de cansancio. Además, hay una creciente demanda por enfrentar la pérdida de cabello”. En cambio, si ponemos el foco sobre la población femenina, aquellos que recibe una mayor demanda son "el aumento de labios y los procedimientos de armonización facial para redefinir los pómulos y corregir ojeras”.
En cualquier caso, independientemente del tratamiento o intervención que se elija, lo más importante a la hora de embarcarse en estos procesos es siempre dejarse aconsejar y estar guiados en todo momento por buenos profesionales, de manera que no se pierda el sentido crítico ni una visión realista de la situación. Porque, tal y como apuntan los doctores Antonio Di Benedetto y Miguel Paule, no se es mejor médico por el número de pacientes que se trate, sino por aquellos a los que se rechace. “A veces hay que decir que no. La medicina estética es un negocio, pero ante todo es medicina, y el buen hacer y la ética profesional deben primar sobre todas las cosas”. Al fin y al cabo, es nuestra salud y nuestro cuerpo lo que está en juego, por lo que se ha de ser responsables y "no ser esclavos de las modas o tendencias".
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