Sevilla

La «equivocación» en el club de alterne del ex director de la Faffe no fue la única

Una testigo elevó el número hasta al menos tres por importes «considerables» ante la Guardia Civil

El ex director gerente de la Faffe es Fernando Villén, en la imagen del Parlamento andaluz (Foto: Manuel Olmedo)
El ex director gerente de la Faffe es Fernando Villén, en la imagen del Parlamento andaluz (Foto: Manuel Olmedo)larazon

Una testigo elevó el número hasta al menos tres por importes «considerables» ante la Guardia Civil

La vereda fue abierta por la oposición, en concreto por el PP-A que denunció el uso de una tarjeta asociada a la extinta Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) de la Junta en el club de alterne sevillano Pub Don Ángelo. El ex director gerente de la antigua entidad, Fernando Villén, se responsabilizó de ese pago pero trasladó a ABC que se trató de un «error». Se confundió y operó con la tarjeta de la Faffe creyendo que era la suya. Un despiste que no fue el único, de acuerdo al sumario de la causa que sobre la gestión de la ex entidad pública hila el juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla.

De hecho, una ex trabajadora de la fundación explicó a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que esa tarjeta la empleaba en efecto Villén y estaba asociada «en un principio a la cuenta» abierta en una caja de ahorros y con posterioridad a una segunda de otro de esos entes y que tuvo conocimiento de las operaciones realizadas con la misma «a partir del año 2007». Según su relato, en ella «principalmente se cargaron gastos de comidas en restaurantes, alojamiento» y, tal vez, «en alguna ocasión, reparación de vehículos».

Preguntada por los investigadores si observó en los movimientos de la cuenta asociada a la tarjeta de crédito alguna anulación de gasto, contestó que no tenía constancia de ese hecho, aunque puntualizó que sí lo tenía de otro: «En dos o tres ocasiones Fernando Villén ha utilizado por equivocación esta tarjeta» por importes «considerables, superiores a 500 euros». Un dinero que, a la luz del testimonio de la técnica recogido en un voluminoso atestado consultado por LA RAZÓN, por lo que supo se devolvió. La testigo expuso a la Guardia Civil la mecánica ligada a unos gastos que, en teoría, «debían ser justificados mediante factura» a presentar «ante la Dirección Económico Financiera» de la ex fundación. Para reponer esos importes existían dos vías: bien en efectivo o mediante transferencia bancaria o ingreso en metálico en cuenta.

Al margen de esos abonos, la UCO se interesó por la causa y la forma en la que se extinguió la Faffe y la ex empleada relató que fue un rebordado lento «motivado por una reestructuración en la Administración autonómica» y que «los trabajadores se enteraron prácticamente por la prensa», por lo que estaban todos a expensas de que saliera el Real Decreto por el que «se reestructuraba el sector público andaluz». Una vez que éste se hizo transparente, sobre mayo de 2011, la plantilla siguió «desarrollando sus funciones como lo venían haciendo normalmente, en las mismas oficinas y con los mismos cometidos», dijo, para matizar que era verdad que «en su vida laboral» se reflejó que pasó «a depender del SAE –Servicio Andaluz de Empleo– con fecha 3 de mayo de 2011». A pesar de que el personal continuó «trabajando de la misma manera, sí se veía que en la documentación» que manipulaban «ya no aparecía el membrete de Faffe, sino el del SAE» y lo mismo ocurrió con el CIF.

Con motivo del desmembramiento, en agosto de 2011 cesaron a «todos los directores» de la entidad excepto a una que se quedó «de liquidadora», a la que se sumó otro «que venía del SAE». Fue entonces cuando comenzaron «poco a poco a llevarse» a la plantilla de Faffe «a las dependencias del SAE». El grueso de aquélla se trasladó en noviembre, menos 25, entre ellos la testigo, que se ocuparon de la extinción. «Por fin el 11 o 12 de enero», fijó, se desplazaron «todos al SAE» sin que se produjeran despidos, «solamente el cese de los directores».