Literatura

Sevilla

Los hermanos Quintero, en «Letras en Sevilla»

El presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, presentó ayer las jornadas tituladas «Orgullo y prejuicio: Los Quintero y Andalucía» (Foto: Manuel Olmedo)
El presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, presentó ayer las jornadas tituladas «Orgullo y prejuicio: Los Quintero y Andalucía» (Foto: Manuel Olmedo)larazon

La V edición del ciclo «Letras en Sevilla» de la Fundación Cajasol, que se celebrará el 13 de noviembre, recuperará el valor de las obras teatrales de los hermanos Quintero con la representación de «Sangre gorda» y «Ganas de reñir», dos de los sainetes más celebrados de los dramaturgos sevillanos. El presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, presentó ayer las jornadas bajo el título «Orgullo y prejuicio: Los Quintero y Andalucía», acompañado de los actores de las obras y los coordinadores de estas, Jesús Vigorra y Arturo Pérez-Reverte. Fue el escritor precisamente quien explicó el origen de la elección del tema de esta edición del ciclo, que entre otras cosas se debe al objetivo de desmentir la vinculación al franquismo que se le ha atribuido a los dramaturgos sevillanos.

«El franquismo hizo suyo los tópicos de que Andalucía era España, el patio de flores, la chica tal, la señora con temperamento, el hombre tal, esa apropiación que se hizo también con los tercios, con el Cid, en fin, se apoderó de todo y le puso camisa azul a los Quintero, y eso perjudicó cuando llegó la izquierda que marginó todo lo que el franquismo había tocado y se llevo consigo también a los Quintero de manera injusta», relató el escritor. Añadió que cuando el franquismo hizo la película «Bienvenido Mr. Marshal» le puso peineta a la mujer española «se adueñó de los Quintero» y ese «reproche» al franquismo «fue realmente el culpable de que los escritores desaparecieran», así como «la estupidez de una izquierda que no supo reconocer que había debajo un material teatral maravilloso».

El escritor explicó que los sainetes seleccionados para ser representados son además «dos textos absolutamente feministas», un factor que recalcó al ser de los años 30 y tener «una potencia extraordinaria». «Los Quintero, tan denostados, tan marginados, no han sido nunca franquistas», insistió Pérez-Reverte, quien subrayó que aunque las obras de estos dramaturgos hayan estado «tan situadas en el armario apolillado», tienen «dos textos de una brillantez feminista espectacular».