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La Guardia Urbana denuncia a Colau la precariedad de sus vestuarios

El cuerpo focaliza la queja en las instalaciones provisionales de la comisaría del distrito del Eixample

Algunas de las instalaciones de los vestuarios de la comisaría del Eixample de la Guardia Urbana, que fueron denunciadas por el sindicato Csif
Algunas de las instalaciones de los vestuarios de la comisaría del Eixample de la Guardia Urbana, que fueron denunciadas por el sindicato Csiflarazon

Los episodios de divorcio entre la Guardia Urbana de Barcelona y la alcaldesa, Ada Colau, se siguen sucediendo.

Los episodios de divorcio entre la Guardia Urbana de Barcelona y la alcaldesa, Ada Colau, se siguen sucediendo. En los últimos meses han habido problemas importantes, como la decisión del gobierno municipal de suprimir la brigada antidisturbios del cuerpo, hecho que sublevó a los sindicatos. Cabe destacar también el polémico asunto del «top manta».

Recientemente, el sindicato mayoritario Csif denunció que Colau avisa a los manteros de las redadas que realiza la Urbana. Y ahora ha llegado otra polémica que vuelve a enfrentar a ambas partes. El mismo sindicato denunció las «deplorables condiciones de los vestuarios provisionales de la Guardia Urbana en el Eixample, ya que incumple la Ley de Prevención de Riesgos Laborales».

Resolución

Así lo denunciaron ante el Ayuntamiento de Barcelona después de que en abril de 2018, previa inspección realizada en la Comisaria del Eixample por parte de Inspección de Trabajo, junto con los responsables del área de prevención de riesgos laborales de Csif, se emitiera resolución de Inspección instando al Ayuntamiento a solventar todos los problemas que dichas instalaciones presentaban al vulnerar la Ley.

Como resultado de las denuncias interpuestas por el sindicato, se inhabilitaron los vestuarios de la comisaría mientras duraran las obras y se instalaron dos módulos en el exterior de la comisaria, en plena calle, que 45 funcionarias de Policía tendrán que utilizar antes y después del servicio. Desde Csif se denuncia que «estos módulos no reúnen las medidas de seguridad oportunas porque no son unas instalaciones apropiadas para personal policial y, mucho menos, su ubicación en plena vía pública, donde se pone en riesgo la seguridad de las policías.

A su juicio, tampoco cumplen con las «condiciones mínimas de espacio óptimo para un vestuario ya que las taquillas son extremadamente reducidas para contener vestuario y accesorios (que son muchos), el espacio de los módulos es mínimo, duchas ínfimas. También se le suma el mal acondicionamiento para soportar el frío o el calor».

Por todo ello, Csif solicita al Ayuntamiento de Barcelona que busquen, «con urgencia, una solución digna y segura para las agentes».

Teniendo en cuenta todos estos factores, el divorcio entre la alcaldesa y la Guardia Urbana parece irreversible, y estamos a cuatro meses de las elecciones municipales. Otro problema es que el mismo sindicato se quejó, también recientemente, de robos en el mobiliario urbano. En general, el cuerpo denuncia falta de apoyo por parte del Consistorio.