Cine

Cine

Cine sin restricciones de aforo y en tu propia casa

Los amantes del séptimo arte y del lujo disponen de salas de proyecciones que pueden rondar, como mínimo, los 30.000 euros.

Ejemplo de sala de cine en casa.
Ejemplo de sala de cine en casa.Ejemplo de sala de cine en casa.Ejemplo de sala de cine en casa.

La pandemia de coronavirus que hemos, y estamos, sufriendo ha provocado, entre otras miles de cosas, que haya ascendido exponencialmente el consumo de series y películas. Nos sabemos enteras las series de Netflix, HBO o Amazon y nos hemos hecho adictos, si es que no lo éramos ya, a los estrenos de las películas de Movistar+. Con las salas de cine cerradas durante meses, y ahora abiertas a medio gas y con restricciones de aforo, el salón de nuestra casa se ha convertido en el sustituto perfecto.

Pero no, no vamos a hablar de ello exactamente en estas líneas, sino de la posibilidad de instalar una sala de cine en tu propia casa. Así, con todas sus letras. De todos es sabido que muchos famosos, actores en su gran mayoría, ven sus películas y las de otros en lujosos espacios perfectamente habilitados como esas salas en las que el común de los mortales ven sus estrenos.

Para ello lo principal es tener una casa grande. El lugar ideal para instalar esta sala de cine suele ser una bodega, un garaje en el que no entren automóviles o un sótano bien aireado. En estos lugares, la oscuridad propia de los míticos cines de toda la vida ya está asegurada. Y ¿qué más necesitamos para montárnoslo por nuestra cuenta?

Proyector de cine en casa.
Proyector de cine en casa.Proyector de cine en casa.Proyector de cine en casa.

Pues, para empezar, necesitamos un buen proyector, que siempre proporciona una sensación mucho más cercana a la sala de cine que la televisión con mejor resolución del mercado. La mejor colocación sería la más cercana posible al techo de la estancia, también al estilo de los cines de siempre.

Después, nos tendremos que hacer con una excelente pantalla. Ya sea fijada a la pared, enrollable o motorizada, que son las mejores opciones. Nada, por supuesto, de una mísera sábana o el propio blanco de la pared. Eso, borrado. En cuanto al tamaño de la pantalla, entre 100 y 150 pulgadas podría ser suficiente.

Un potente sistema de sonido, claro, es absolutamente imprescindible. Olvidado el mítico home-cinema que tantas noches de gloria ha dado, podemos optar por las comodísimas e inalámbricas barras de sonido, aunque un conjunto armado de altavoces plenos de surrounds y subwoofers es lo ideal para un equipo completamente exclusivo.

Butacas para cine en casa.
Butacas para cine en casa.Butacas para cine en casaButacas para cine en casa.

Y, por último, ¿por qué no una comodísimabutaca de cine ultramoderna y auténtica? Pues apostemos por lo último, con mezcla de relax, con la posibilidad, incluso, de un buen masaje, y con el tradicional hueco a la derecha para dejar nuestras palomitas o nuestra copa.

Como en toda riquísima receta que se precie, el precio depende, por supuesto, de la calidad de los ingredientes. Ninguno de ellos es barato y la excelencia y la exclusividad se paga. Entre 30.000 y 50.000 euros es lo que podría costar una sala de cine, con todas las comodidades, y en tu propia casa.