Gastronomía
¿Amante del queso? En Francia existe un bufette con más de 100 variedades
¿Echas o mezclas con queso todo (o casi todo) lo que comes? Si eres tan fanático de este lácteo en todas sus variantes como nosotros, coge libreta y boli porque tienes que apuntar este nombre: Les Grandes Buffets.
Este restaurante (paraíso para los amantes del buen comer) se encuentra en Francia. Bajo el formato buffet, te perderás entre foie-gras o embutido hasta llegar al primer plato (y al segundo, y al tercero...)
Pero lo mejor de todo y lo que nos ha traído aquí es su espléndida variedad de quesos. Porque sí, se ha alzado con el Guinness Records al restaurante con mayor variedad de quesos del mundo. Esta hazaña ha supuesto cuatro años de trabajo, hasta alcanzar las 111 variedades de quesos (de los que cuatro son españoles)
Alojados en un espacio de 30 metros lineales y abastecido a diario por David Marrant ’el Master de Queso de la casa’ y su equipo de tres personas especialmente dedicadas, proponen varias selecciones temáticas, para que cada comensal descubra o vuelva a descubrir los grandes clásicos o los quesos insólitos nacionales o internacionales.
Pero si además del queso, te pierde el marisco, la bandeja de marisco de Les Grands Buffets tiene la particularidad de ser monumental. Así, no hace falta elegir entre las ostras, los mejillones, las almejas, los bueyes de mar, los langostinos y los caracoles de mar, porque podrás comerlos todos. El salmón, por su parte, se sirve en todas sus formas: ahumado, bellevue, áspic, marinado al eneldo, gravlax, en ensalada, en mousse...
Pero, ¿y el foie-gras? Deleitate en su amplia variedad: natural, a la sal, a la pimienta, al pimiento picante vasco, al muscat de Rivesaltes o en crema quemada. A menos que lo prefieras a la plancha en escalope o destacando sobre su tournedos.
El restaurante Les Grands Buffets “une las innovaciones más tecnológicas de la cocina, con sus espacios ultramodernos y a la vez la pura tradición francesa con su inmenso asador abierto en el centro del salón”.
A pocos pasos del exuberante asador, y como si le hubieran sacado de una novela de Rabelais, se esconde un verdadero monumento a la tecnología: la cocina de Les Grands Buffets.
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