Movilidad

En venta por 90 millones el segundo mejor yate del cofundador de Microsoft

El superyate ‘Tatoosh’, del difunto Paul Allen, tiene una piscina, club de playa, sala de cine, centro de buceo y dos helipuertos

Así es el Tatoosh, un yate de 90 millones de dólares.
Así es el Tatoosh, un yate de 90 millones de dólares.Fraser

Uno de los yates más grandes del mundo, específicamente en número 26, está a la venta tras una importante reforma de más de 11 meses. La familia de Paul Allen, cofundador de Microsoft, ha decidido deshacerse de uno de los bienes más preciados del antiguo empresario estadounidense, su joya de la navegación: Tatoosh.

A pesar de ser un navío con 22 años de antigüedad, el buque tiene un diseño elegante y actual, tanto en su casco como en el interior, gracias (en gran medida) a la modernización que han realizado los herederos del magnate antes de ponerlo a la venta. Para esta labor, los actuales propietarios confiaron en dos renombrados diseñadores, Terence Disdale para reformar la parte interna y Claus Kusch para dotar de carácter al exterior.

El yate ha sido exhibido en el Monaco Yacht Show hace unos días, donde ha recibido la visita de numerosos curiosos, aunque todavía no se ha encontrado un comprador para este exclusivo transporte. Y es que hallar un dueño para un navío de 90 millones de dólares puede llegar a ser una tarea ardua.

Piscina climatizada cubierta.
Piscina climatizada cubierta.Fraser

Tatoosh, una experiencia marítima única

Aunque el precio puede parecer excesivo, al analizar esta embarcación de forma detallada podemos entender que no es un yate cualquiera. En sus 92 metros de longitud, el barco tiene cinco cubiertas, en las que poder alojar hasta a 19 pasajeros en sus 11 cómodas habitaciones, además de los 31 miembros de la tripulación.

Eso sí, la mejor suite queda reservada al propietario, una estancia que necesita dos cubiertas para poder incluir todas las comodidades exigidas por el que fuera uno de los hombres más ricos del planeta. Tanto es así, que esta suite se concibe más como un apartamento que como una habitación propiamente dicha.

El increíble navío brilla sobre todo por sus zonas de ocio. Dos helipuertos, un centro de buceo, un salón de belleza, una piscina climatizada con chorros, un cine o un club de playa son solo algunas de las razones por las que quedarse a bordo es mejor opción que desembarcar. Y, en invierno, la piscina puede transformarse en una pista de baile para disfrutar en el interior.

Vista superior del navío.
Vista superior del navío.Fraser

El barco se ha llegado a alquilar online por 650.000 dólares a la semana o 108.000 dólares diarios y, aunque parezca mentira, no es el navío más caro que ha dejado Allen en su testamento. El Octopus, octavo yate más grande del mundo, sigue en manos de sus herederos y, de momento, no parece que vaya a ponerse en venta.