Nuevo asalto a la posición franquista de la Guerra Civil en Los Yesares de Pinto

El conjunto de Los Yesares de Pinto, que cuenta con restos de fortificaciones y trincheras de la Guerra Civil en un estado de conservación excelente, ha vuelto a ser objetivo de los «incívicos y carentes de cultura», según ha denunciado la Asociación Tajar, que se dedica especialmente a la divulgación de la batalla del Jarama.

Un miembro de este colectivo se encontró el domingo uno de los búnker en el estado que ilustran las fotografías que publicamos, con pintadas y grafitis que afean, dañan y rompen la estética del interior del bloque de hormigón.

Aunque el conjunto «ya está vandalizado», el ataque se ha centrado esta vez en «ese único objetivo», apunta a LA RAZÓN Miguel Ángel García, portavoz de Tajar. «Lo han llenado de pintadas, además pintadas de odio y con contenido político, que incluyen las siglas “ACAB” (todos los policías son bastardos, en inglés) y la frase “Nazis nunca más”. Pero no es la primera vez. Hace dos años, alguien intentó romper ese fortín y llevarse la ferralla con la que fue construido; lo que no se hizo en la posguerra se ha intentado ahora», lamenta.

En opinión de García se trata de «un yacimiento espectacular que fue centro de resistencia del ejército franquista, con cuatro fortines de hormigón perfectamente conservados, nidos de ametralladora y una red de trincheras». A día de hoy se encuentra «muy bien conservado, hasta el punto de que la Comunidad de Madrid lo incluyó en la red de conjuntos arqueológicos visitables, y ha tenido varias intervenciones de reconstrucción». Se trata además de «una joya muy accesible, cerca de la Cañada Real Galiana». La entrada es libre, no hay impedimento para acceder, «aunque hasta llegar allí se tarda una media hora desde el punto más cercano donde se puede dejar el coche. Hay que ir ex profeso», lo que hace más extraño el asalto a ojos del portavoz.

Al tener constancia de lo sucedido, la asociación ha puesto «una instancia mediante registro» al Ayuntamiento de Pinto, reclamando que «se limpie cuanto antes y que la Policía investigue los hechos», pero presentarán además una denuncia ante la Guardia Civil al estar los restos incluidos en el Plan Regional de Fortificaciones de la Comunidad de Madrid y tratarse de vestigios protegidos como Bien de Interés Cultural (BIC) por parte del Gobierno regional.

Además se ha hecho una denuncia pública en redes sociales como Facebook, donde ayer el grupo de investigadores y arqueólogos de Cota 667 deploraba la falta de respeto demostrada por los responsables del asalto. «Lamentamos tanto estos atentados contra el Patrimonio cultural que solo podemos responsabilizar, lamentablemente, a la falta de educación patrimonial que sigue existiendo en nuestro país. ¡Tanto por hacer!».

Por su parte, los miembros de la Asociación Tajar, como «apasionados de la Historia», llevan 15 años en su empeño por proteger y divulgar la zona, y tras dar la «batalla del interés» han «conseguido que los ayuntamientos emprendan iniciativas en las que nosotros les damos apoyo, normalmente como guías».

Arganda del Rey, Ciempozuelos, Morata de Tajuña, San Martín de la Vega y Pinto son su campo de actuación, poco a poco recuperado tras ir discurriendo lo peor de la pandemia. Miguel Ángel García cree que hay un «evidente interés» por los restos y conocer el contexto de la Guerra Civil, pero a esa «demanda se contrapone la poca oferta, hace falta más implicación por parte de los organismos oficiales», reclama.

En el caso del conjunto de los Yesares de Pinto, García denuncia asimismo el «problema de la caza como el principal obstáculo con el que nos encontramos; tenemos muchísimos choques con propietarios». Tajar lleva años «reclamando que quiten el coto de caza», después de múltiples «encontronazos» en una zona a la que acuden «colegios con niños mientras están cazando en los alrededores». El ayuntamiento, asegura, «solicitó quitarlo pero no sabemos a ciencia cierta si es así ya». Mientras, se han encontrado «cientos de cartuchos en la finca», e incluso «disparan desde el interior de los fortines». La asociación destaca la «buena disposición» del «público en general» con el enclave. «La gente que suele ir está encantada, y el 99,9% va con respeto».