8 de marzo

El movimiento feminista vuelve a la calle

A lo largo del fin de semana se han sucedido diferentes marchas en toda la Comunidad de Madrid

Una mujer vestida de morado se dirige a una marcha feminista
Una mujer vestida de morado se dirige a una marcha feministaEuropa PressEuropa Press

La celebración del Día Internacional de la Mujer se estableció el 8 de marzo para conmemorar la muerte de 146 mujeres trabajadoras en una fábrica textil de Nueva York. Empezó, de hecho, conociéndose como el Día de la Mujer Trabajadora, aunque a día de hoy, más de 40 años después de que se instaurase la celebración, el concepto ha evolucionado para amparar a todas las mujeres y sus circunstancias, así como para reclamar sus derechos de igualdad en todos los países del mundo. Empieza a notarse la reivindicación de este año en Madrid, con actos que se han sucedido durante el fin de semana. La Comisión 8M lanzaba, cuando apenas quedaba una semana para el Día de la Mujer, su manifiesto de este año, el cual se ha leído después de múltiples marchas que se han sucedido este sábado por toda la Comunidad de Madrid, y que lleva con lema «Derechos para todas, todos los días». En él se puede leer: «Las feministas tenemos un plan: vamos a cambiar el sistema» y se reivindica la necesidad de acabar con «todas las violencias generadas por la desigualdad».

«En la Comunidad de Madrid», continúa el manifiesto, «hay muchísimas asambleas y colectivos feministas», cada uno de los cuales «lucha» desde su propia realidad. «Nosotras, las feministas, las mujeres precarizadas, empobrecidas y violentadas; disidentes de sexo, género y expresión de género; migradas y racializadas; gordas, discas, menores, dependientes, defendemos derechos para todas, todos los días», aseveran. Asimismo, si bien el colectivo nace en Madrid, aseguran que son «un grito global». «Nuestra lucha es la de todas, en todos los lugares del planeta», añaden. «El movimiento feminista, en toda su diversidad, construyendo múltiples y valiosísimas alianzas, es una caja de resonancia de toda la conflictividad social, así como del deseo y el entusiasmo por cambiarlo todo», explican. Eso sí, un cambio que nace desde «la convicción de que un mundo justo es posible»