Gastronomía

El cocido madrileño con éxito de crítica y público

La Gran Tasca, en la muy castiza calle de Santa Engracia 161, a la vera de Cuatro Caminos, es el ejemplo de como las sagas tabernarias dan categoría a la ciudad

El cocido madrileño con éxito de crítica y público
El cocido madrileño con éxito de crítica y públicoArchivo

Los viejos revisteros teatrales cuando tenían que dar noticia de una obra de estreno que ganaba el favor de los aficionados, remataban proclamando que había sido un “Éxito de crítica y público”. Claro, todo tenía que ver con que los periodistas que sabían mucho de la cosa, afinaran comentarios que coincidieran con el favor comercial. Y todo esto viene a cuento, alguno se preguntará de qué manera tan rocambolesca, para hablar de un cocido, y de un restaurante de eso que en un sonoro silencio llevan décadas repartiendo felicidad a los madrileños. La Gran Tasca, en la muy castiza calle de Santa Engracia 161, a la vera de Cuatro Caminos, es el ejemplo de como las sagas tabernarias dan categoría a la ciudad. Su propietario y gerente actual Luis Alvares, no hace más que reconocer, y lo cuenta a unos y otros, que el mérito fue de su padre, e incluso de sus predecesores.

El cocido es uno de los platos más representativos de la cocina madrileña. Un plato único, habitual en los meses de invierno. Su origen es incierto y la mayoría de los historiadores apuntan a una evolución de la “olla podrida manchega”, un plato experimental que fue adquiriendo forma con el paso del tiempo y de las generaciones. Es un plato humilde, ya que al principio era propio de las familias menos acomodadas y un remedio para frente a los fríos por su contundencia. Con el tiempo se ha ido colando en las mesas de las personas de clase media hasta inclusive en la Corte Española. Hoy por hoy es un manjar de nuestra gastronomía española y un clásico en las reuniones familiares. Servir el cocido es todo un ritual, ya que no se sirve todo a la vez, tiene un orden y hay que respetarlo. En los años 50, el maestro Quintero León y Quiroga compuso una canción “Cocidito madrileño”, que fue interpretada por José Blanco Ruiz.

En los años 90 La Gran Tasca al principio ofrecía el cocido tres veces a la semana, pero desde hace cuarenta años se prepara todos los días. Luis hace responsable a su padre de lo que aprendió, la responsabilidad, la seriedad, al amor al trabajo, o todo lo que hoy en día en la hostelería que ya no existe, la de la vieja escuela. Empezó trabajando en la cocina durante un lustro , luego pasó a sala durante seis años y hoy lleva la administración y marketing de la empresa. Su gran reto es ofrecer un servicio donde la gente se sienta como en casa y deseen volver.

Este local consta de dos plantas, una terraza y tres reservados. Además del cocido, el reclamo para la mayoría de clientes, La Gran Tasca ofrece una variedad de elaboraciones de platos con productos frescos y de temporada. Las croquetas de su cocido son raciones estrellas. La morcilla de Burgos con pimientos asados, los torreznos de Soria, los callos madrileños, y por supuesto las verduras de temporadas. Un festival de carnes, delicias del mar y postres caseros que no dejan a nadie con mediocre recuerdo. ! Viva Madrí!.

Por ello, La Faraona de Jerez, Doña Margarita de Borbón, Carmen Sevilla, Hombres G, el merengue Florentino Pérez y una larga lista de rostros conocidos de todas las épocas, han querido visitar y probar el mejor cocido de Madrid. Sin duda oye sé que a voces para los amantes de buena vida de una comida de raza, cañí y gatuna. Guiso de todos los momentos.