Gastronomía

Día internacional de la croqueta: esta es la mejor selección de restaurantes donde poder disfrutarla como merece

La celebración, este día 16, pone en valor un bocado de origen galo que hemos convertido en algo netamente español

El día 16 del mes corriente debería quedar resaltado en todas las agendas escolares y profesionales del mundo. En las que vienen con las revistas femeninas y, por qué no, en el calendario laboral de la Comunidad, pues no nos cabe duda de que, tabernaria como es, Ayuso se adheriría a ello encantada. Ese día festejamos el Día de la Croqueta, una celebración que pone en valor un bocado de origen galo que hemos convertido en algo netamente español. Hoy les traemos nuestras croquetas preferidas, que van desde el repertorio más clásico, con la de jamón por delante, a otras originales y viajeras. Como la de su madre o su abuela, estamos seguros, no las hay, pero estas son dignas sustitutas.

Nunca faltan en los rankings croqueteros las de Casa Julio, que conquistaron hasta a los miembros de U2. Las hay aquí de muchos tipos: de queso azul, de espinacas, de morcilla con membrillo… Lo mejor es que se pueden pedir variadas, son baratas y están tremendas. Para amantes de las barras de aire tradicional pero que buscan espacios más actuales, también tenemos sugerencias. Por ejemplo, en el mercado de Vallehermoso, punto gastronómico real, para la gente de a pie, sin rejones injustificados, hogar de Miga Cana (un Solete Repsol), abanderado de la buena cocina de producto sin trampa ni cartón de Fran Vicente, con ricas croquetas de temporada.

También son abonadas en las mejores listas, cómo no, las de Santerra Neotaberna, que en 2018 y 2022 se alzó con el premio a la mejor croqueta de España de Madrid Fusión. Son de jamón ibérico, cremosas y sabrosas, a la altura del resto de la carta de este fijo del buen comer informal que tan bien se está instalando en nuestra urbe.

Para los que busquen croquetas elegantes, unas deliciosas: las de Señor Pepe, del siempre afable y talentoso José Carlos Fuentes. En su local de Castelló sirve unas croquetas de jamón (del bueno, bueno) que se enriquecen con una lonchita fina y delicada de este manjar tan nuestro. Otro sitio burgués y para aquellos que quieren comer bien es Gonzaba, recién llegado a la capital desde Galicia con chuletas y otras carnes de la más fina calidad. Como entrantes, sobresalen sus croquetas de jamón y queso de oveja, fabuloso arranque para la fiesta cárnica que nos prometen. Y por supuesto, las de huevo cocido y lacón de La Bien Aparecida, espacio que ha saltado a los medios porque fue el escogido por la espectacular Sofía Vergara durante su visita a Madrid para cenar.

También hay espacio en este reportaje para las croquetas de aires más viajeros, modernos y cosmopolitas. Porque la croqueta es como el puerto de Nueva York a principios del pasado siglo: un lugar donde todas las naciones son bienvenidas. Un buen ejemplo son las de Mamaquilla, espacio que da lustre y esplendor a la alta cocina latina. Aquí hallamos unas estupendas, de camarón, con un generoso puntito de mayonesa de chile chipotle para darle alegría al cuerpo. En Baldoria, el italiano que siempre triunfa, tenemos las croquetas alla parmigiana. Se hacen con berenjena confitada, tomate San Marzano, mozzarella ahumada, albahaca y queso parmesano. Y están para ponerles un piso. También muchos, muchos sabores, en los tres restaurantes de Solo de Croquetas: de bacalao al ajoarriero, de cocido, de cheesecake, de oreo con chocolate blanco…

En este mundo "croquetero" hay espacio para lo vegetariano. Una buena opción son las delicias de Bar H Emblemático en Calle Castelló, 83. Este luminoso local que gira en torno a la barra, con horario ininterrumpido del desayuno a la cena y una oferta basada en la tradición con producto de calidad, cuenta con unas irresistibles croquetas hechas a base de queso ahumado y berenjena. Diferentes, sí, pero más titulares en carta que suplentes.

¿Es la cecina el nuevo jamón? Quizá es una pregunta atrevida, pero lo cierto es que este ahumado salazón cada vez es más demandado y apreciado entre los chefs y amantes de lo gastro. Y por supuesto, ha abrazado de lleno las más selectas recetas croqueteras. Hay varias de ellas con gran prestigio. Nos gustan mucho las de La Ardosa, barra a la que tenemos franco y sincero apego. Las de Rocacho son de flor de cecina, absolutamente adictivas, y para relamerse tanto en el espacio primigenio, en Padre Damián, como en su establecimiento más reciente, en Marqués de Salamanca, una plaza, por cierto, de lo más agradable, con un perfecto equilibrio entre el refinamiento de esta zona y un hogareño concepto de barrio. Y recuerden: déjense de dietas y coman croquetas, que es un pareado con alma de refrán, sabiduría concentrada. Como las croquetas.