
Gastroturismo
El puente en Madrid o huir de la masificación
El abc de estas fechas es que, al menos el fin de semana, no se debe pisar el centro; a no ser que les guste la apocalipsis zombi

hora sí, podemos decir que estamos en la Navidad de pleno. Con el encendido de las luces no hay vuelta atrás. Esto es mastica y traga, trague, mastique, como dice nuestra Shakira. Preparen sus mandíbulas para esta difícil digestión de los primeros festivos que se nos aproximan, el deseado puente de diciembre. Bueno, le vamos a decir deseado, por decírselo. Si son auténticos gatos o madrileños de adopción de hace años, sabrán que el abc de estas fechas es que, al menos el fin de semana, no se debe pisar el centro; ahora, si lo que les gusta es vivir una apocalipsis zombi deben ir porque la procesión de personas con la mirada perdida está asegurada. También es justo decir que la ciudad está preciosa en estas fechas, por eso se cuentan por miles los españoles que desde todos los puntos de España eligen visitar Madrid en estas fechas.
No soy el grinch, ni mucho menos, pero la masa humana es que asusta a cualquiera. Y sí, tenemos derecho a estar hasta el gorro de la urbe; te chupa la sangre y te consume sin darte cuenta. Otra opción, si quieren, por qué no, es dejar la boina atrás, respirar aire puro, salir de esta nuestra comunidad y probar suerte en otros lares. Escuchen, fuera de la capital de España gastronomía, descanso y relax se combinan en espacios sin parangón. Háganse un favor, no miren el reloj y déjense llevar.
En la capital, si hay algo que nadie puede negar es que el Hotel InterContinental sabe montárselo con clase. Cada domingo, su brunch es un festín para los sentidos, con más de 200 opciones gastronómicas, música en directo y un ambiente que invita a relajarse y dejarse mimar (94 € por persona, y los peques con un 50 % de descuento). Pero ojo, que el primer domingo de cada mes el InterContinental sube la apuesta con un rincón temático dedicado a la gastronomía internacional. El próximo turno, este 1 de diciembre, es para México: guacamole al momento, tacos de cochinita pibil y chilaquiles con chiles guajillos. Y, por si fuera poco, cuenta con estaciones de sushi, solomillo Wellington, una fuente de chocolate caliente... Un auténtico espectáculo gastronómico. Además, es un plan perfecto para toda la familia: los niños pueden disfrutar de una masterclass de repostería, mientras los mayores se divierten con una clase de coctelería. Si tras el brunch les queda hueco para una copa o dos —o tres—, la Ruta del Pisco Chileno en Madrid es su plan perfecto. Durante dos semanas, doce de las coctelerías más exclusivas de Madrid se han puesto de acuerdo para rendir culto al pisco chileno, ese destilado con sabor a historia y a terroir del país andino que viene pisando fuerte en España. Pictura en el Mandarin Oriental Ritz, Glass Bar en el Urban, LobByto en el Gran Hotel Inglés, y hasta el legendario Bar 49 del InterContinental, entre otros, se han sumado para demostrar que hay vida más allá de los tragos de siempre. Doce barras, doce formas distintas de entender este destilado y todas con un común denominador: convertir un buen trago en una experiencia para recordar.
Cuando el mundo dice que el vino tinto no pega con una hamburguesa, Frankie Burgers y Bodegas Cepa 21 deciden hacer justo lo contrario. Porque para desafiar las normas no hace falta ser revolucionario, basta con tener buen gusto y una copa de Hito en la mano. Así nace el combo ‘HitoFrankie’: un Ribera del Duero joven y juguetón junto a la icónica Frankie Cheese Bacon, para saborear sin prisas y demostrar que el vino tinto también tiene su hueco en el mundo de las hamburguesas. Disponible hasta el 15 de diciembre en sus locales de Lagasca, Ponzano y Espronceda, esta propuesta es un guiño a los que disfrutan de la buena comida sin complicaciones, pero con ese toque prémium que nos recuerda que hay vida más allá del fast food. Frankie Burgers tiene clara su filosofía: ingredientes de primera, elaboración artesanal y un entorno moderno que rinde homenaje a las hamburgueserías clásicas americanas. Así que, si están listos para romper con los tópicos y quieren cambiar la cerveza de siempre por un buen Ribera, este es el momento perfecto.
Salimos de nuestro territorio conocido para ir a Retiro da Costiña, que recientemente ha recibido su segunda estrella Michelin y es todo un referente culinario. Situado en Comba (La Coruña), Manuel Costiña es la tercera generación al frente del negocio familiar y chef de esta casa. En Retiro da Costiña las prisas no existen y el postre no es el final, sino el comienzo de una experiencia tan gratificante como la propia comida. Rinde culto a la sobremesa en un salón exclusivamente dedicado a ella que es tan grande o, incluso, más que el propio comedor. Este idílico refugio gallego ha sido elegido el nuevo Templo de la Sobremesa de Schweppes®; un premio entregado en el marco de HOST, el congreso de Basque Culinary Center —bien merece que echemos una tarde—. De Galicia, saltamos a La Mancha, manchega, de Don Quijote. El poder de su cocina regional ha quedado patente en Epílogo, que ha puesto en el mapa de la alta cocina a un pueblo como Tomelloso (Ciudad Real), con la consecución de su primera estrella Michelin. El chef Rubén Sánchez- Camacho es el artífice de esta increíble locura gastromanchega, que apuesta por una cocina muy personal, sustentada sobre la tradición manchega, a la que aplica técnicas y presentaciones modernas, con un compromiso firme con los ingredientes locales. Epílogo solo abre para el servicio de comidas y no tiene carta, solo un menú degustación, ‘Historias del Guadiana’, un viaje culinario, con materia prima de calidad y de cercanía, donde cada bocado relata las raíces culturales y gastronómicas de las regiones que atraviesa este río.
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