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La salud mental se resiente cada vez más

Hoy es el día de la Salud Mental. Las cifras son demoledoras, afectando a quienes padecen enfermedades pero también al personal sanitario. En la Comunidad, entre 35.000 y 65.000 personas lo sufren

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Celebraremos cuando el calendario no recuerde que existe un día dedicado a este tema. LA RAZÓN habla con expertos que ponen en alza la preocupante situación que atraviesa España en lo que respecta a la salud mental, en especial la Comunidad de Madrid.

El pasado marzo de este año se publicó el informe “La situación de la salud mental en España”, por la Confederación Salud Mental España y la Fundación Mutua Madrileña. En él se confirma que, en los tiempos recientes, se ha notado un avance en la normalización de la conversación sobre la salud mental en la sociedad. Cada vez es más común escuchar a figuras públicas compartir sus experiencias, se organizan eventos relacionados y se aborda el tema en los medios de comunicación y las redes sociales. Este cambio de actitud es especialmente evidente en las nuevas generaciones, que valoran cada vez más su estabilidad emocional y hablan de ello sin reservas. Esta tendencia se ha fortalecido debido al impacto de la pandemia del Covid-19 en la salud mental de la población, lo que ha puesto el tema en la agenda pública.

Sin embargo, esta normalización se está produciendo a dos velocidades. Por un lado, los trastornos mentales más comunes, como la ansiedad y la depresión, han sido beneficiados por esta evolución en la actitud y la concienciación social. Por otro lado, los trastornos más graves y de naturaleza psiquiátrica todavía están asociados a estigmas negativos, lo que crea falta de comprensión y distancia emocional. Es crucial romper estos estigmas y dar visibilidad a esta realidad para que las personas que los experimentan no tengan que lidiar con la ignorancia y la falta de empatía debido a prejuicios sociales. Además, la escasez de recursos en el sistema de atención sanitaria dificulta la provisión de cuidados adecuados y suficientes, contribuyendo a la perpetuación del estigma y la discriminación.

Un aspecto a tener en cuenta es que este tema no solamente afecta a quienes la padecen sino también a los profesionales. Según se menciona en el nº1 de 2023 de la revista Encuentro, las listas de espera son eternas y el tiempo de atención escaso. La falta de profesionales y, con ello, la sobrecarga horaria, y la incapacidad de conciliar; todo aderezado con unos salarios muy poco atractivos, bastante alejados de la media de la mayoría de los países de Europa. Noruega y Bélgica, que ocupan la segunda y tercera posición del ranking mundial, se posicionan como líderes de Europa. Islandia, Finlandia, Dinamarca, Italia, Portugal, Países Bajos, Austria, Irlanda, Suecia, República Checa y Alemania, también adelantan a España. Por ejemplo, Isabel Tormo, médica de Atención Primaria en el centro de salud Doctor Cirajas en Madrid, reconoce que le genera mucho grado de ansiedad estar en consulta, que la interrumpan para atender otro caso urgente, o recibir un aviso de la enfermera cada vez que está intentando crear un clima de confianza para conocer más sobre un caso.

Por su parte, Angélica García Marroquín, miembro de la Federación Salud Mental Madrid, apunta que las causas que llevan a esta enfermedad cada vez más visible ocurren en nuestro día a día, véase la precariedad laboral, el estrés, la conciliación familiar, el consumo de sustancias, desigualdades como las pocas facilidades de acceso a la vivienda o traumas de la infancia. Sin olvidar los efectos de la pandemia, que han sido demoledores. E incluso factores genéticos. Y añade que, aunque nos resulte lejano, las guerras o crisis climáticas se encuentran entre las amenazas estructurales para la salud mental presentes en todo el mundo.

Los perfiles son cada vez más jóvenes, una de cada siete personas jóvenes de 10 a 19 años padece algún trastorno mental”. Asimismo, UNICEF estima que la ansiedad y depresión representan alrededor del 40% de estos problemas. A lo que hay que sumar el malestar psicosocial de niños, niñas, y jóvenes que no alcanzan el nivel de trastorno mental pero sí problemas que perturban su vida, salud, y expectativas de futuro. El 50% de estos problemas suceden antes de los 14 años, y el 75% antes de los 18. “Los factores de riesgo son principalmente las redes sociales con el perfeccionismo que evocan, el ciberacoso, las expectativas del empleo o haber sido víctimas abusos. Los datos son abrumadores”, añade Angélica.

“Cerca de 800.000 personas se suicidan cada año, siendo la segunda causa de muerte de 15 a 29 años. En España, según el INE, en 2022 fallecieron por suicido 4097 personas. Una media de 11 personas al día. Un aumento del 2,3% del año anterior”. En el caso de la Comunidad de Madrid, los datos sostienen que, entre 35.000 y 65.000 sufren problemas de salud mental grave, y un 3% presentarán episodios psicóticos a lo largo de su vida. “Sin duda estas cifras se han incrementado debido al aumento de la población de la Comunidad y el impacto del Covid-19”. El mismo Colegio Oficial de Enfermería de Madrid publicó en 2022 que el 67% de los hogares madrileños han sufrido de problemas de ansiedad y trastornos del sueño. El problema existente es flagrante y las medidas a tomar más que un deber. “Necesitamos recursos públicos materiales y humanos, derivaciones sin demora en caso de urgencias e instaurar psicólogos en centros de atención temprana. La escasez de psicólogos en la sanidad pública es uno de los motivos por los que España se posiciona como el país que más ansiolíticos consume del mundo. Son fundamentales las campañas de sensibilidad, así como mejorar y dar más información de la línea 024 del suicidio, e implementar la asignatura de educación emocional en las escuelas”, sostiene Angélica.