Las tres pastelerías castizas que no te puedes perder si viajas a Madrid

Madrid es una ciudad llena de historia, cultura y, por supuesto, una gastronomía que conquista a todos los que la visitan. Explorar una ciudad no solo se reduce a recorrer sus monumentos, parques o museos. Para llevarse una experiencia completa de la capital española, también es fundamental adentrarte en su rica tradición gastronómica. Tanto para los turistas que aterrizan por primera vez como para los madrileños que desean conocer más sobre el lugar donde viven, las pastelerías históricas son una parada obligatoria.

Más allá del famoso bocadillo de calamares o los churros con chocolate, Madrid esconde auténticas joyas de la repostería castiza que no solo enamoran por su sabor, sino por su historia. El usuario de TikTok @davidgastro ha compartido con sus seguidores las 3 pastelerías de visita obligatoria en la capital.

Las 3 pastelerías que hay que visitar en la capital

Pastelería del Pozo

Con más de 190 años de historia, esta pastelería es un auténtico tesoro de Madrid. Fundada en 1830 y siendo la más antigua de España, la Pastelería del Pozo ha sido testigo de generaciones de madrileños y visitantes que se acercan a probar sus dulces tradicionales. Según David, el producto estrella es el bartolillo, una deliciosa empanadilla frita rellena de crema que representa uno de los sabores más castizos de la ciudad.

Mantequería Bermejo

A pocos pasos de la Plaza Mayor, encontramos la Mantequería Bermejo, regentada por la misma familia desde 1924. Con un siglo de historia, esta pastelería conserva el encanto de las tradicionales tiendas de Madrid, pero con un toque especial que la ha hecho famosa en redes sociales. Su cuerno de chocolate, repleto hasta el borde de este irresistible dulce, se ha viralizado entre los amantes de lo dulce.

Casa Mira

Fundada en 1855 por el maestro turronero Luis Mira, esta pastelería es un verdadero ícono de la ciudad, especialmente durante la época navideña. Y, aunque no estemos en temporada de turrón, Casa Mira sigue ofreciendo dulces irresistibles durante todo el año. Su palmera de chocolate es una auténtica delicia que debes probar tal y como dice David en su video. Crujiente, sabrosa y con el equilibrio perfecto de chocolate.

Cuáles son los dulces típicos de Madrid

Desde los sefardíes y romanos, hasta la influencia musulmana, los dulces madrileños tienen raíces profundas y han evolucionado a lo largo del tiempo, enriqueciéndose con nuevos ingredientes y técnicas, hasta convertirse en los postres que conocemos hoy.

Estos dulces tradicionales no solo son apreciados por los madrileños, sino que han trascendido fronteras. Sin embargo, aunque hoy en día puedes disfrutar de un churro en Andalucía o de un turrón en Japón, pocos lugares pueden igualar el sabor artesanal y auténtico que se encuentra en las pastelerías de la capital. Estos son algunos de los dulces típicos de la capital:

• Panecillos de San Antón: aunque el nombre puede engañar, los panecillos de San Antón no son panes, sino una especie de pastas con forma de pequeño pan. Se suelen bendecir el 17 de enero en la Iglesia de San Antón, y aunque su textura puede ser algo rústica, son un clásico en Madrid al inicio del año.
• Torrijas: de origen romano, las torrijas son populares en toda España, pero en Madrid han alcanzado un estatus especial. Este postre a base de pan frito en leche y huevo es una delicia que, tradicionalmente, se consume en Semana Santa. Las torrijas en la capital han ganado tanto renombre que es casi una obligación probarlas.
• Rosquillas del Santo: el 15 de mayo, Madrid celebra a su patrón, San Isidro, y las pastelerías de la ciudad se llenan de *rosquillas del santo* en sus diferentes variantes: las tontas (sin azúcar), las listas (con un glaseado de azúcar) y las de limón. Este dulce tradicional es un imprescindible durante las fiestas de San Isidro.
• Churros: los churros son quizás uno de los dulces más populares de Madrid. Puedes encontrarlos en casi cualquier cafetería o taberna de la ciudad, acompañados de un espeso chocolate caliente o un buen café. Este sencillo placer madrileño es un símbolo del desayuno típico de la capital y no puede faltar en tu visita.

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• Pestiños y Bartolillos: aunque más conocidos los pestiños, ambos son clásicos de la repostería madrileña. Los pestiños, de origen árabe, son una masa frita bañada en miel o azúcar, mientras que los bartolillos son menos populares pero igualmente deliciosos, rellenos de una suave crema en su interior.
• Corona de la Almudena: esta es una versión más pequeña del clásico Roscón de Reyes, pero dedicada a la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid. A diferencia del roscón, la corona no lleva frutas escarchadas ni agua de azahar, pero se adorna con crema y almendras, siendo igualmente irresistible.

• Barquillos: estos finos canutillos de harina, agua y azúcar, a veces enriquecidos con huevo, canela o limón, son un dulce tradicional que antiguamente vendían los barquilleros en las ferias de la ciudad. Hoy en día es fácil encontrarlos en cualquier pastelería, muchas veces rellenos de crema, nata o chocolate.