Historia
La villa de Tiberio junto al mar. Sperlonga fue su paraíso personal.
“El más triste de los hombres” según Abel de Medici
Sí, Tiberio fue el segundo emperador romano, pero nunca llegó a tener el carisma de Augusto y a pesar de sus éxitos, como el que obtuvo en la batalla en Panonia que es la región limitada al norte por el Río Danubio, o el otro, sobre los pueblos germánicos y uno más, en la región croata de Dalmacia entre otros tantos momentos de grandeza y por lo que escriben los historiadores, nunca llegó a ser feliz.
En Sperlonga, junto al mar y a cincuenta y dos kilómetros de Roma, creó su propio paraíso, un sitio ideal en donde pudo dar rienda suelta a su pasión por el arte. ¿Fue el fallido accidente lo que le marcó y por lo que decidió marcharse a Capri?
Sperlonga fue el penúltimo refugio de este emperador al que todos los estudiosos lo describen de triste, pero su debilidad por el arte y su deseo constante de destacar sus orígenes provenientes de Ulises, dejó en esta parte de la costa italiana, huellas indelebles de su paso con las que se comprueban sus virtudes y sus debilidades.
Marisa de Spagnolis, que orgullosamente subraya que su apellido es de origen ibérico y que proviene del ’1500 con la llegada de los españoles cuando reinaban las Dos Sicilias, es arqueóloga y ha sido la directora del Museo de Sperlonga, ha aceptado comentar para La Razón, detalles sobre el emperador Tiberio y su Villa de Sperlonga.
“Tiberio era el primogénito de Livia y de Tiberio Claudio Nerone, de la dinastía Claudia, pero para entender cómo Tiberio llegó a ser emperador, es necesario subrayar que Augusto se enamoró perdidamente de Livia, pero no tuvo hijos con ella. Augusto tuvo una hija Giulia quien le dio nietos, de los cuales ninguno sobrevivió y adoptó a Tiberio para que lo sucediera cuando murió en el año 14 d.C.” Tiberio fue un gran general y un perfecto administrador. Otro ejemplo de sus logros, fue en el apartado en la política exterior que ayudó a consolidar las fronteras del Imperio. Pero no sólo fue un experto gestor sino también amaba el arte, la poseía y la astronomía.
Se casó primero con Vipsania Agrippina a la que amó profundamente pero lo obligaron a dejarla para casarse con la hija mayor de Augusto, con Giulia.
La relación con Sperlonga
La madre de Tiberio era originaria de Fondi y quizás, la villa en Sperlonga junto al mar, pertenecía a la familia de Livia. Los historiadores dan por hecho que esta villa fue propiedad de Tiberio.
El mito de Ulises estuvo al servicio de su política para exaltar la nobleza de su gens.
Las obras de arte que el emperador decidió disponer en su casa al lado del mar, eran de gran valor. En la gruta utilizada como ninfeo, Tiberio colocó dos grupos escultóricos monumentales, el de Escila y el barco y el de la ceguera de Polifemo así comoelotro grupo que fue el de Ulises sosteniendo el cuerpo de Aquiles. Todos los grupos hacían referencia a las grandes virtudes de Ulises.
“La gens Claudia a la que pertenecía Tiberio, era considerada descendiente de Telegono, hijo de Ulises y la hechicera Circe. Tiberio quiso afirmar, exaltando el mito de Ulises, la nobleza de su gens nativa. Haciendo referencia a “la Odisea”- la señora Spagnolis destaca que - “se narran las hazañas de Ulises que después de la guerra de Troya que duró 10 años, intenta regresar a su Ítaca”. -y comenta que - “tarda 10 años en regresar debido a la hostilidad del dios Poseidón. Se le ocurrieron muchas aventuras y peligros pero al final regresa a su tierra natal y mata a sus enemigos. Entre las aventuras, el encuentro de la hechicera Circe, Polifemo, Scilla y Cariddi”.
El accidente de Tiberio del que se salvó de milagro
Las fuentes narran - continúa la arqueóloga- que en el año 26 d.C., el emperador, estando el pleno almuerzo dentro de la gruta de su villa de Sperlonga, tuvo un accidente. Parte de la bóveda de la cueva se desprendió pero Seiano, el hombre de su confianza y prefecto del pretorio, hizo de escudo salvándolo de la muerte milagrosamente. Después de este incidente dejó Sperlonga para irse a Capri.
La Villa de Tiberio la construyeron en el 1 siglo a.C. y fue minimamente reconstruida en la época de Augusto y Tiberio. Otros emperadores también disfrutaron de ella hasta el imperio romano tardío. Más adelante la habitó una comunidad religiosa.
Fue en 1957 cuando construyendo la carretera de la costa de Terracina y Gaeta, descubrieron a unos cientos de metros de Sperlonga y en la antigua Via Flacca Valeria, los restos arqueológicos que más adelante fueron identificados como la Villa de Tiberio, emperador de Roma ente el ‘14 y ‘37 d.C.
Las piezas que fueron recuperadas, recuerdan a menudo la leyenda de Ulises, el mítico Rey de Ítaca inmortalizado por Homero en la Odisea. La relación con Ulises va en consonancia con la historia y las leyendas que hasta el día de hoy impregnan este lugar, en sí se creía que en la época de los romanos, el gran promontorio del norte de la isla era de la hechicera Circe.
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