Movilidad

Los automovilistas piden al alcalde de Madrid una prórroga para poder circular con coches sin etiqueta

La prohibición perjudicaría a los conductores con menos poder adquisitivo cuando los niveles de contaminación son aún bajos

Tráfico en la Plaza de Callao de Madrid
Tráfico en la Plaza de Callao de MadridDavid JarLa Razon

La Asociación de Automovilistas Europeos han solicitado al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, una nueva prórroga, como la establecida por el Ayuntamiento hace ahora un año, para que los vehículos sin etiqueta empadronados en Madrid puedan seguir circulando por las calles de la capital. A pesar del esfuerzo realizado por los vecinos de Madrid para renovar el parque automovilístico, aún existen 200.000 vehículos aptos para la circulación cuyos propietarios tendrían que darlos de baja en Tráfico o sacarlos fuera de la ciudad cinco años antes de que finalice el plazo fijado por la UE para cumplir los nuevos valores límite de protección ambiental.

De mantenerse la medida, se verían afectados para la prohibición de circular muchos vehículos que cumplen con la normativa de emisiones pasan regularmente los controles de las ITV y pagan los impuestos de circulación. Según los datos de esta asociación, durante el último año se han dado de baja nada menos que 40.000 vehículos sin etiqueta, lo que supone un 14,5% del censo. Pero aún quedan unos doscientos mil turismos aptos para la circulación que cumplen escrupulosamente con la normativa de emisiones de gases y pagan el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica en el propio Ayuntamiento de Madrid, pero que a partir del próximo 1 de enero no podrán circular, ni siquiera permanecer estacionados, por ninguna vía de la capital, bajo sanción de 200 euros. Mantener la prohibición supondría, en su opinión, un grave problema económico y social que afectará a cientos de miles de madrileños propietarios de vehículos sin etiqueta y que además tienen mayores problemas económicos para poder adquirir un coche nuevo.

Un argumento a favor de mantener la moratoria se basa en el hecho de que, en todas las estaciones de la red de vigilancia de calidad del aire de la capital, menos en tres, se han registrado significativas disminuciones en las emisiones de dióxido de nitrógeno y en ninguna de ellas se han superado los valores límite fijados por la UE para el año 2030. Mientras el valor límite de emisiones de dióxido de nitrógeno fijado por la UE para finales de 2026 es de 40 ug/m3, en la estación con el nivel de contaminación más alto de la capital, que es la de la urbanización Embajada, ubicada junto al aeropuerto de Barajas, el nivel medio de emisiones registrado este año no ha superado los 30 ug/m3. Y se estima que gran parte de esta contaminación se debe a los aviones, y no a los automóviles. Por otra parte, la UE ha establecido un plazo máximo de cinco años para poder adaptarse a la nueva normativa y poder reducir los niveles de emisión de dióxido de nitrógeno hasta alcanzar el valor máximo de 20 ug/m3.