Lo imposible

J. A. Bayona recogió la historia de la doctora María Belón y la trasladó al cine. El tsunami de 2004 en el Índico, devastador y terrible, también fue aleccionador. Entre las ruinas, el lodo, la desolación y la destrucción, irrumpe el espíritu de supervivencia del ser humano; y en medio de tanta calamidad brota lo esencial, la solidaridad. Es cuando «Lo imposible» es posible. O cuando a doce jornadas del final de Liga Zidane afirma que el Madrid aún puede ganarla, aunque vive a cinco partidos de distancia del Barça... y a diez puntos del Atlético. Zizou cree. Su esperanza es que de los 12 encuentros que quedan su Madrid los gane todos, el Barcelona pierda al menos cinco y el Atleti más de tres. El empate azulgrana en Las Palmas le ha servido para entender que su derrota en Cornellà es un fracaso colosal y que el 1-1 revela una fragilidad ya advertida en el equipo de Valverde en las últimas confrontaciones. Cualquiera de estas dos reflexiones de Zidane son ciertas y seguro que Simeone también las ha cavilado. Sueña Zizou, predica la esperanza, no entrega la cuchara; pero si por cada uno de estos tres rivales hay una Liga, la suya es la más complicada de todas. El Barcelona depende de sí mismo; el Atleti, del Barça, y el Madrid, de ambos. La falta de rigor no ha impedido al líder mantenerse invicto en el campeonato, en tanto que el Atlético, con la incorporación de Costa y la resurrección de Griezmann, ha iniciado un periplo esperanzador. El Madrid, en cambio, ni acierta plenamente con la cal ni la arena que pisa es del todo movediza. Va y viene, sube y baja; su irregularidad es tan obvia que sólo el espíritu juvenil de su entrenador aviva el rescoldo. En su caso, lo imposible es más evidente que en todos los demás.