Cástor Díaz Barrado

Contra el Estado Islámico

Las situaciones en Irak y Siria se han ido deteriorando paulatinamente desde hace tiempo. La comunidad internacional no ha querido acabar con aquellos factores que ponían en riesgo la seguridad internacional. La división entre las grandes potencias ha generado un escenario cada vez más complejo y la aparición de nuevos actores que van a resultar esenciales para resolver los conflictos. La Conferencia Internacional sobre la Paz y Seguridad en Irak convocada por el presidente francés François Hollande en París ha puesto de relieve que la parte más interesada de la comunidad internacional es consciente de la amenaza que representa el Estado Islámico. Todos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad han estado presentes en esa reunión así como los países vecinos de Irak y Siria, teniendo que lamentar tan sólo la ausencia de Irán que, sin embargo, también se encuentra comprometido en la lucha contra el Estado Islámico. Parece existir un acuerdo general en que la comunidad internacional se enfrenta a un grupo terrorista que ha demostrado, además, ser portador de una barbarie inusual y que persigue unos objetivos políticos y religiosos que ni siquiera los países de tradición islámica reconocen. La Conferencia de París representa la unión de la comunidad internacional contra el Estado Islámico, para combatirlo y para poner fin a los actos de violación grave de los derechos humanos que está protagonizando. Pero esta Conferencia no significa que exista acuerdo unánime respecto a los medios a emplear para combatir a este grupo terrorista y, sobre todo, la comunidad internacional no se pone de acuerdo en las acciones a llevar a cabo en territorio sirio. La lucha eficaz contra el Estado Islámico exige previamente resolver el conflicto sirio y sentar las bases para la paz en este país. Es posible que las medidas acordadas en París frenen la acción de yihadistas en Irak y en función de la intensidad y envergadura de las acciones a emprender se ponga fin a esta clara amenaza a la seguridad internacional, pero quedará pendiente la solución en Siria en la que los países partidarios de régimen de Al Asad se oponen a la presencia militar extranjera en territorio sirio, así como a poner en peligro la continuidad del régimen sirio. La Conferencia de París supone un paso relevante en la lucha contra el terrorismo internacional. No obstante, se precisa de una acción concertada en el seno del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Los miembros permanentes del Consejo de Seguridad están obligados a llegar a acuerdos que pongan fin al Estado Islámico.