Cástor Díaz Barrado

Reconstruir Gaza

Los acuerdos alcanzados en la Conferencia de El Cairo, destinada a recoger fondos para reconstruir Gaza después de los ataques israelíes, caminan en la buena dirección. Lo más urgente es que la población gazatí pueda disponer de los medios y condiciones necesarios que, en este caso, facilita la solidaridad internacional. La acogida que ha tenido esta Conferencia, con todas las limitaciones que se quiera, expresa que, en ocasiones, la sociedad internacional es solidaria con situaciones, como la de Gaza, que exigen una respuesta por parte del conjunto de la comunidad internacional. Aunque la ayuda recibida por los gazatíes será bienvenida, esto no resuelve, en modo alguno, los graves problemas que están en el fondo de lo que acontece en este lugar del Próximo Oriente. Hace tiempo que llegó la hora de establecer una paz estable y duradera en la región y, para ello, es fundamental reconocer y hacer efectivas las normas del Derecho Internacional. Deben convivir dos estados, palestino e israelí, y disponer ambos de fronteras seguras. Israel debe dar pasos decisivos para que se produzca este reconocimiento y, sobre todo, debe respetar el conjunto de normas que emanan del ordenamiento jurídico internacional y que atribuyen al pueblo palestino el derecho a la autodeterminación. Lo que sucede en esta región del planeta no sólo conmueve a la sociedad internacional sino que, al mismo tiempo, pone en riesgo el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. No basta, aunque es absolutamente necesario, reconstruir los destrozos y los daños causados como consecuencia de los últimos enfrentamientos, es preciso restañar las heridas de más de medio siglo de conflicto continuado. Nada es fácil en Oriente Próximo y existirán múltiples dificultades para encontrar soluciones a los diversos conflictos que se producen en la zona, pero la resolución de la cuestión palestina se constituye, sin duda, en el eje central. La Autoridad Nacional Palestina debe tener el apoyo incondicional de la comunidad internacional y, en particular, de los Estados Unidos. Los palestinos deben reconstruir Gaza y construir un Estado. Ahora, resulta urgente la ayuda humanitaria y acabar con los sufrimientos de la población de Gaza. El objetivo final debe ser una paz sin fisuras en la que las diversas partes en conflicto se comprometan al respeto del ordenamiento jurídico internacional. Sólo el compromiso de la comunidad internacional y, sobre todo, de los estados con mayor responsabilidad en el orden internacional aseguraría el logro de este objetivo. Las meras conversaciones entre las partes en conflicto son insuficientes para alcanzarlo.