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El secretario del PCE se niega a llamar terroristas a Hamás: estas son las veces que sí lo hizo con la Iglesia o los empresarios

En Sumar dicen desconocer "qué es una organización terrorista" porque las listas de EEUU o la UE se hacen "bajo criterios políticos"

El portavoz parlamentario de Izquierda Unida y diputado del Grupo Plurinacional Sumar, Enrique Santiago, ofrece una rueda de prensa para presentar una iniciativa parlamentaria, en el Congreso de los Diputados, a 22 de septiembre de 2023, en Madrid (España). La rueda de prensa ha tenido lugar después de que los diputados Enrique Santiago y Alonso Cantorné hayan registrado hoy una iniciativa en el Congreso para que Asuntos Internos de la Guardia Civil dependa de un cargo político y no de un gen...
Enrique Santiago (Sumar-PCE) ofrece una rueda de prensa para presentar una iniciativa parlamentariaGustavo ValienteEuropa Press

El secretario general del PCE, Enrique Santiago, que otrora fuera secretario de Estado para la Agenda 2030, se ha negado este martes a considerar a Hamás un grupo terroristas, pese a que EEUU, la UE y la mayoría de Occidente y Latinoamérica así lo estiman.

"Nosotros ni lo consideramos ni lo dejamos de considerar", ha dicho, equidistante, porque en Sumar desconocen "qué es un grupo terrorista, cada quien lo define como quiere". Además, en el seno del partido de Yolanda Díaz consideran que las listas de organizaciones terroristas que elaboran los organismo internacionales y Estados "responden a criterios políticos".

Un conocido usuario de Twitter, @PabloHarour, ha decidido recuperar, en respuesta, el resto de ocasiones en las que Enrique Santiago ha calificado algo de terrorismo o lo ha relacionado directamente con ello. Recopiló, a modo de ejemplo, doce veces de los últimos doce años en las que el dirigente comunista habló de terrorismo en sus redes sociales.

El 2 de julio de 2011, señaló que despedir a un padre de familia es "terrorismo laboral".

En diciembre del mismo año, juzgó que la aportación de 6.000 millones de euros a la Iglesia católica por parte del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero también lo fue. "Vaya ataque... ¿Quería ahogarlos en billetes? ¡Terrorismo!", compartió en un tweet.

En 20 de enero de 2012, observó "terrorismo" en la detención del fundador de Megaupload, Kim Dotcom, por parte de las autoridades de Nueva Zelanda acusado de violar la ley de propiedad intelectual con su portal.

Entre abril y mayo del mismo año, no tuvo reparos en calificar hasta en tres ocasiones de "terrorista nazicristiano" o "terrorista integrista cristiano" al autor de la matanza de la isla noruega de Utoya.

Y en junio, según publicó, Merkel ejercía "terrorismo económico" por rechazar la flexibilización del plan de reforma y ajuste que precisó Grecia tras la crisis de 2008 y que pretendía renegociar el presidente entrante, Antonis Samarás.

El 31 de octubre de 2013, consideraba que el desahucio de un hombre era "terrorismo del Capital".

En agosto de 2014, publicó un mensaje en que acusaba a Israel de practicar el terrorismo "al masacrar en la noche".

El 12 de noviembre de 2015, calificó de "terrorismo doméstico" los asesinatos machistas.

En agosto de 2018, sin embargo, sí que era un atentado "terrorista" cuando dos drones impactaron en un acto en el que participaba en presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, del que salió ileso.

En febrero de 2019, habló de los accidentes laborales como "terrorismo patronal".

En 2020, acusaba al opositor venezolano Leopoldo López de ser un delincuente que practicaba el "terrorismo" y el "golpismo", pero también responsabilizó a la oposición al chavismo de la muerte del juez que condenó a López. El propio fiscal del caso, Franklin Nieves, admitió tras exiliarse en Miami que era inocente y que condena se debió al temor del régimen a perder su liderazgo.

En 2021, celebró que una organización de expresidentes mundiales, The Elders, pidiese al gobierno estadounidense de Biden que retirase a Cuba la consideración de Estado patrocinador del terrorismo, designación que mantiene. Cuba acogió a varios etarras huidos de la justicia española durante muchos años, como es el caso de Elena Barcena Argüelles, Iñaki Rodríguez Muñoa, Josu Abrisketa 'Txutxo' o Ignacio Echarte Ubierta.