Reino Unido pierde el liderazgo para formación de especialistas

Reino Unido se ha convertido en los últimos días en el centro de atención de las noticias de salud a causa de la nueva cepa de la covid-19, de la que han alertado las autoridades británicas. Los médicos españoles que trabajan en ese país tienen que hacer frente a esa nueva incertidumbre, pero no solo por esa razón, sino porque desde el 31 de diciembre el país insular abandonó definitivamente la Unión Europa (UE). Para el doctor Tomas Cobo Castro, vicepresidente primero del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom) y de la UE de Médicos Especialistas (UEMS), el Brexit va a complicar que los médicos españoles puedan y trabajar y formarse en el Instituto Nacional de la Salud Británico (NHS).

“Está todo pendiente –añade- de tratados bilaterales, por lo que va a ser todo muy complejo y estos acuerdos se basarán fundamentalmente en dos líneas: la formación académica, aspecto en el que habrá menos problemas, porque existe ya una disposición por parte de los profesionales británicos, y el otro aspecto, que es más problemático, será lo que se sustenta en los gobiernos en relación a los permisos de trabajo de nuestros facultativos que quieran trabajan en Reino Unido”.

Desde el punto de vista de la profesión británica, según apunta el experto español, que es la que recibe a los médicos españoles, se percibe la máxima disposición para ayudar, pero luego surgen los problemas de permisos de residencia y de trabajo, porque Reino Unido ya no va a ser un país líder para desarrollar la formación especializada, ya que también surgirán complicaciones a la hora de reconocer la titulación, que también dependerá de los acuerdos bilaterales.

“Es posible –advierte- que a partir de ahora nuestros médicos tengan que hacer algún examen adicional para la formación especializada y para el idioma, llamado PLAB. Cuando pertenecía a la UE no había que pasar ese examen y se accedía directamente a la formación sanitaria especializada. Ahora posiblemente sí”.