Muere un médico por Covid-19 “con las botas puestas”

En vísperas de las fiestas navideñas falleció por Covid-19 el médico de Atención Primaria del centro Los Comuneros, de Burgos, el doctor Félix Pinedo Tajadura, cuando no le quedaba mucho tiempo para jubilarse. Su hijo, que siguió la vocación paterna, manifiesta con dolor: “Sabía que se la jugaba, pues tenía un factor de riesgo de base muy importante, como la diabetes, pero no se amedrentó y se empeñó en estar hasta el final. Mi padre murió con las botas puestas”. Los compañeros del centro de salud, junto a la familia del doctor Pinedo, le han rendido un sentido homenaje a “este médico que, a poco años de retirarse definitivamente, seguía formándose y estudiando los casos más complejos que le llegaban de sus pacientes”.

Su hijo, el doctor José Pinedo, le definía como “un médico cercano, incansable, apasionado de su trabajo y cuya vocación por la Medicina era total; tras todas las muestras de cariño que estamos recibiendo desde su fallecimiento, puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que también eran un gran compañero”.

Hace algo más de cinco años el doctor Félix Pinedo sufrió un ictus cerebral y, después de dos años de una intensa lucha diaria y de rehabilitación incansable, volvió a tener una buena calidad de vida. Su diabetes tampoco le frenó para seguir ejerciendo la Medicina y continuar trabajando en su centro de salud, donde había una situación de gran carga de trabajo, como sentencian sus compañeros.

De hecho, todos los sanitarios han tenido que doblar sus esfuerzos y realizar largas jornadas de trabajo para satisfacer la demanda y que el centro funcionara adecuadamente.