Investigación

Dar oxígeno a la madre en el parto no supone beneficio fetal

El grupo parlamentario VOX en Les Corts ha pedido que se proteja a la mujer embarazada en situación de vulnerabilidad
El grupo parlamentario VOX en Les Corts ha pedido que se proteja a la mujer embarazada en situación de vulnerabilidadServicio Ilustrado (Automático)PROSTOCK-STUDIO

Es sabido que los bebés que sufren deficiencias de oxígeno durante el parto (hipoxia o anoxia) corren el riesgo de padecer daños cerebrales serios, que pueden causar retrasos en el desarrollo, parálisis cerebral e incluso la muerte. Para prevenir esta contingencia de consecuencias tan graves, la mayoría de las mujeres se someten durante el parto a un continuo control de la frecuencia cardíaca fetal e incluso pueden recibir oxígeno suplementario si esa frecuencia cardíaca es anormal, con el fin de que esta práctica común aumente el suministro de oxígeno al feto.

Sin embargo, un análisis exhaustivo, dirigido por investigadoresde la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington (Estados Unidos) no ha hallado ningún beneficio en administrar oxígeno suplementario a las embarazadas la fase de dilatación y el parto. A los bebés nacidos de mujeres que recibieron oxígeno suplementario no les fue mejor ni peor que a los nacidos de mujeres que tuvieron experiencias de parto similares, pero sin recibir oxígeno.

Ahora, este análisis exhaustivo, publicado en la revista “JAMA Pediatrics”, que incluye 16 estudios anteriores de esta práctica, no ha encontrado el menor beneficio en el suministro de oxígeno suplementario en el parto. Cada año un millón y medio de mujeres en Estados Unidos (dos de cada tres embarazadas) reciben oxígeno suplementario en algún momento del parto, según indican los investigadores de este trabajo. El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos recomienda esta práctica desde hace décadas para tratar la frecuencia cardíaca fetal anormal, lo que puede indicar que los niveles de oxígeno del feto son bajos y hay riesgo para él. Sin embargo, el nuevo estudio echa por tierra esta recomendación.

“Es una práctica tan común, porque la idea es que, al darle oxígeno a la madre, estamos aumentando la transferencia de oxígeno al bebé”, explica la primera autora del estudio, la doctora Nandini Raghuraman y profesora adjunta de Obstetricia y Ginecología en la División de Medicina Materno-Fetal de la Universidad de Washington. “No obstante, los resultados de la nueva investigación sugieren que el oxígeno no es útil en estos casos y que la prácticapodría ser eliminada con total seguridad para muchas mujeres”, añade.