Covid-19
Confirman que tener sobrepeso y obesidad dispara el riesgo de contagio por SARS-CoV-2
Tener unos kilos de más aumenta un 22% la probabilidad de contagio, cifra que aumenta hasta el 38% en casos de obesidad y se dispara hasta el 86% si hay obesidad mórbida
La obesidad no es buena para la salud, y menos incluso en tiempos de pandemia. Así lo demuestra una nueva investigación presentada hoy en el Congreso Europeo sobre Obesidad (realizado telemáticamente) que confirma una asociación entre el aumento del índice de masa corporal (IMC) y el riesgo de dar positivo en la prueba del SARS-CoV-2, o lo que es lo mismo, que tener sobrepeso incrementa el riesgo de contraer el virus y desarrollar la Covid-19.
El estudio, dirigido por el doctor Hadar Milloh-Raz, del Centro Médico Chaim Sheba, Tel-HaShomer, Ramat-Gan, en Israel, confirma que los factores relacionados con la obesidad, incluidos los cambios en los sistemas inmunitarios innato y adaptativo provocados por el exceso de peso, están asociados con un mayor riesgo de contraer diversas enfermedades virales. Esta asociación entre el IMC y el riesgo de infección viral sugiere que también puede existir una relación similar entre el IMC de un individuo y su riesgo de contraer SARS-CoV-2. En concreto, este estudio tuvo como objetivo evaluar la relación entre el IMC y la probabilidad de contagiarse por este nuevo coronavirus. Así, el equipo analizó los detalles de los pacientes a los que se les había hecho la prueba del virus durante un período de nueve meses y recopiló datos sobre el IMC, la edad, el sexo y la presencia de comorbilidades, incluida la insuficiencia cardíaca congestiva (ICC), la diabetes mellitus (DM), la hipertensión ( HTA), cardiopatía isquémica (CI), accidente cerebrovascular (ACV) y enfermedad renal crónica (ERC), aunque la investigación no analizó la mortalidad o los resultados de Covid-19, solo el riesgo de dar positivo.
Los autores encontraron que las probabilidades de dar positivo en la prueba del SARS-CoV-2 eran significativamente más altas en pacientes con sobrepeso u obesidad en comparación con aquellos con un IMC normal. Los pacientes clasificados como con sobrepeso (IMC 25,0) tenían un 22% más de probabilidades de dar positivo en la prueba que los de peso normal (IMC 18,5-24,9). La probabilidad de dar positivo en la prueba fue incluso mayor en pacientes con obesidad en comparación con sus contrapartes de peso normal, y esas probabilidades aumentaron con el aumento del IMC. La obesidad de clase I (IMC 30,0-34,9) se relacionó con un 27% más de riesgo de dar positivo en la prueba, que aumentó al 38% para la obesidad de clase II (IMC 35,0-39,9), y un 86% más de riesgo en clase III u obesidad mórbida (IMC igual o superior a 40,0). De esta manera, la relación entre el IMC y la probabilidad de que un paciente dé positivo en la prueba siguió siendo significativa incluso después de ajustar la edad y el sexo del paciente y de tener en cuenta las comorbilidades presentes. Los autores encontraron que cada aumento de 1 kilo dividido entre la altura al cuadrado en el IMC de un paciente se asoció con un aumento de alrededor del 2% en el riesgo de dar positivo en la prueba del SARS-CoV-2.
Pero la obesidad es la puerta de entrada, además, a otras patologías que tampoco son buenas aliadas en pandemia. De hecho, el estudio también encontró asociaciones tanto positivas como negativas entre el riesgo de dar positivo y la presencia de comorbilidades relacionadas con la obesidad. La diabetes se asoció con un 30% más de probabilidad de dar positivo, mientras que el riesgo de dar positivo fue casi 6 veces mayor en pacientes con hipertensión. “A medida que el IMC aumenta por encima de lo normal, la probabilidad de un resultado positivo en la prueba del SARS-CoV-2 aumenta, incluso cuando se ajusta a una serie de variables del paciente. Además, algunas de las comorbilidades asociadas con la obesidad parecen estar asociadas con un mayor riesgo de infección o para ser protector“, concluyen los investigadores.
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