Alimentación
Identifican un metabolito que reduce la ingesta de alimentos
Un estudio publicado en “Nature” detecta una sustancia que se produce durante el ejercicio y que al incrementarse reduce el hambre
Muchas personas después de realizar ejercicio comen menos si se toman inmediatamente después una fruta, otros, en cambio, devoran. No obstante, según diferentes estudios la práctica deportiva puede contribuir a la regulación del apetito y a la composición de alimentos de la dieta.
En este sentido, un equipo de investigadores ha identificado un metabolito que, producido durante el ejercicio, puede reducir eficazmente la ingesta de alimentos y la obesidad en ratones.
Los hallazgos, publicados esta semana en la revista «Nature», mejoran la comprensión de los procesos fisiológicos que subyacen a la interacción entre el ejercicio y el hambre.
Se ha demostrado que la actividad física protege contra la obesidad y las enfermedades asociadas a ella, ya que la mayor demanda de energía requiere quemar más calorías.
Sin embargo, los beneficios a largo plazo del ejercicio para la fisiología y la salud metabólica aún no se conocen bien. Con el fin de arrojar algo de luz al respecto, Jonathan Z. Long, de la Universidad de Stanford, en EE UU, y sus colegas realizaron unos análisis exhaustivos de los metabolitos del plasma sanguíneo de ratones después de una intensa carrera en una cinta rodante.
El metabolito inducido de manera más significativa fue un aminoácido modificado llamado Lac-Phe que se sintetiza a partir del lactato (se produce debido a una falta de oxígeno durante la contracción muscular) y fenilalanina (un aminoácido que es uno de los componentes básicos de las proteínas).
Una dosis alta de Lac-Phe suprimió la ingesta de alimentos en ratones con obesidad inducida por la dieta (alimentados con una dieta elevada en grasas) en aproximadamente un 50% en comparación con los ratones de control durante un período de 12 horas sin afectar su movimiento o gasto de energía.
La administración de Lac-Phe a los ratones durante 10 días redujo la ingesta acumulada de alimentos, disminuyó el peso corporal (debido a la pérdida de grasa corporal) y mejoró la tolerancia a la glucosa.
Los autores también identificaron una enzima involucrada en la producción de Lac-Phe y demostraron que los ratones que carecían de esta enzima no perdían tanto peso con un régimen de ejercicio como el grupo de control con el mismo plan de ejercicio.
Sin embargo, el efecto supresor del apetito de Lac-Phe existió solo después del ejercicio, no en estado sedentario, y se observó únicamente en ratones obesos debido a una dieta rica en grasas.
Los investigadores también observaron elevaciones importantes en el nivel de Lac-Phe en plasma tras la actividad física en caballos de carrera y en humanos. Los datos de una cohorte humana de ejercicio mostraron que el ejercicio de velocidad indujo el aumento más dramático en el plasma Lac-Phe, seguido del entrenamiento de resistencia y luego el entrenamiento de resistencia. No obstante, los efectos metabólicos de Lac-Phe no se investigaron en las cohortes humanas.
Los investigadores reconocen que “se necesitan más estudios para descubrir las vías posteriores de la acción de Lac-Phe y para proporcionar más información sobre nuevas oportunidades terapéuticas y los beneficios de la actividad física para la salud humana”.
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