«La ansiedad ya es la gran epidemia del siglo XXI y hay que saber gestionarla»

Ayer se celebró el Día Mundial de la Salud Mental, excusa para poner sobre la mesa un problema en auge, tal y como confirma Publio Vázquez en su último libro «Conoce tu ansiedad y aprende a gestionarla».

Utilizamos la palabra ansiedad con frecuencia, pero ¿qué es exactamente?

Suele vincularse al nerviosismo, la angustia, el miedo, la preocupación o las obsesiones. Se trataría de una respuesta de intensidad, que perdura en el tiempo, y que se caracteriza por una percepción de amenaza y de falta de control para hacer frente a situaciones adversas, así como por la anticipación de que ocurrirán consecuencias negativas.

Cada vez más españoles sufren ansiedad. ¿Qué razones hay detrás?

Podemos encontrar desde experiencias traumáticas, de déficit o falta de satisfacción de necesidades básicas hasta conflictos internos y asuntos pendientes de resolver.

¿La sociedad actual empeora todo esto?

Vivimos en una era de ansiedad, en parte debido al estilo de vida que llevamos. Las causas de la ansiedad pueden ser múltiples y, además de la predisposición hereditaria y las bases biológicas de una persona, sus determinantes se encuentran en la propia historia personal y en el grado de madurez e integración psicológica.

La pandemia, el teletrabajo, la inflación, la guerra... ¿El contexto actual perjudica a la hora de controlar esa ansiedad?

Los factores externos influyen mucho, pero también es clave la manera que tiene cada persona de manejarse con eso que pasa. Hay cosas que están en nuestra área de control y hay otras que no. Cuando no somos capaces de aceptar conscientemente lo que ocurre, podemos entrar en el área de ansiedad. Por ello, las actitudes que tenemos son fundamentales, el ir madurando a nivel psicológico y el saber cómo cuidar de nuestra salud.

¿Será la gran epidemia del siglo XXI?

La ansiedad ya es una gran pandemia. Cada vez hay más personas que sufren de estrés o ansiedad, y además estos trastornos no distinguen entre razas, clases sociales, sexos o edades. Un ambiente deficitario, problemático, y una escasa educación psicológica tampoco ayuda. Por eso son básicas todas las iniciativas que ayuden a la prevención de estos trastornos.

¿Cuándo es algo patológico?

Tener cierto nivel de ansiedad es algo normal. Sería patológica cuando por su frecuencia, intensidad o duración provoca un gran desequilibrio y malestar, afectando al funcionamiento de la persona y a su calidad de vida. Cuando la ansiedad es alta, todo se vive desde la inarmonía, siendo muy difícil conectar con el presente, experimentar tranquilidad y disfrutar.

¿Cómo impacta en el desarrollo o en la gravedad de otras patologías?

Tiene un impacto directo en nuestro cuerpo y mente. Se sabe que incide en el funcionamiento del sistema nervioso y endocrino, así como en el inmunitario. Tener ansiedad o estrés puede favorecer la aparición de distintos trastornos cardiovasculares, somáticos y autoinmunes.

En su libro habla del ciclo de la ansiedad. ¿Cuáles son las claves de este ciclo?

Me gusta explicarlo desde una perspectiva integradora como un proceso dinámico que implica al cuerpo, las emociones, los pensamientos y las conductas (incluido el lenguaje). Todos esos componentes pueden estar mejor o peor coordinados entre sí. Finalmente, cada uno de esos elementos puede activarse por la influencia de determinados contextos. Todos esos elementos están conectados e interactúan entre sí, pudiendo llegar a desencadenar una «espiral de la ansiedad». Al final ese proceso sería el responsable de que con el tiempo se produzcan multitud de somatizaciones a nivel físico, pero también el causante de los llamados ataques de angustia o de pánico. Comprender cómo funciona ese ciclo, en el caso particular de cada persona, es la base para un entendimiento y tratamiento efectivo de los trastornos de ansiedad desde un punto de vista psicológico.