Salud
Realiza esta sencilla prueba para comprobar si tienes tendinitis del pulgar
El uso excesivo del teléfono móvil, el levantamiento de pesas o jugar al golf, son algunos de los hábitos que pueden estar detrás de la tenosinovitis de Quervain
Se conoce como tendinitis a la inflamación o irritación de las fibras que unen los músculos a los huesos (los tendones). En ocasiones, esta lesión no se produce en el tendones, sino en el revestimiento de las vainas tendinosas que lo cubren; que es lo que se conoce como tenosinovitis. Esta dolorosa lesión puede producirse tanto por un uso excesivo como por un desgarro puntual. Un grupo de tendones que suele resultar afectado con mucha frecuencia es el de las muñecas y el lateral del pulgar. El nombre técnico de esta dolencia es “tenosinovitis de Quervain”.
¿Qué es la tendinopatía de Quervain?
Es una lesión tan frecuente porque suele producirse como consecuencia de un hábito que dependa de movimientos repetitivos en la muñeca, como jugar al golf, escribir, usar en exceso el teléfono móvil o jugar a videojuegos con demasiada frecuencia. Repetir un movimiento concreto de la mano día tras día puede acabar irritando la cobertura de los tendones, lo que puede provocar la hinchazón, el dolor y la restricción del movimiento de los tendones que conectan con la base del pulgar. Es decir, que seremos más susceptibles de ser afectados por esta dolencia si tenemos un empleo o un pasatiempo que suponga movimientos repetitivos de la mano y de la muñeca.
Asimismo, hay otros factores de riesgo que también pueden tener mucho que ver en la aparición de la tenosinovitis de De Quervain; como la edad, siendo las personas de entre 30 y 50 años las que presentan un mayor riesgo; el sexo, siendo las mujeres más susceptibles de desarrollar esta afección.
Así que, si notamos un dolor o una hinchazón persistente cerca de la base del pulgar; si experimentamos la sensación de pinchazos de agujas o alfileres en la zona y de que el pulgar se traba al intentar moverlo; o si tenemos dificultad para mover el pulgar o la muñeca al hacer un movimiento de “tenaza” para agarrar -por ejemplo- un lápiz… entonces lo más probable es que hayamos empezado a desarrollar la tenosinovitis de Quervain. Una de las formas más esclarecedoras para comprobar que -efectivamente- padecemos la tenosinovitis de Qervain es este ejercicio:
Test de Finkelstein:
Apoya el dedo pulgar sobre la palma, como si estuvieras tratando de tocar el lado opuesto de la mano y cierra los otros cuatro dedos en forma de puño. Así, el pulgar quedará totalmente escondido. Después, estira el brazo hacia adelante alineando la muñeca en su posición natural. Y por último baja levemente la muñeca. Si sufres muchos dolores al realizar este movimiento o si eres incapaz de completar todo el rango de movimiento, entonces es que -efectivamente- padeces la tendinopatía de Quervain en algún grado.
Evidentemente, es necesario que un profesional de la salud confirme nuestro inexperto dictamen. Una vez se confirme nuestro diagnóstico de tendinopatía de Quervain, se aplicará una rehabilitación que se adaptará al grado de gravedad de la lesión. El objetivo será trabajar sobre la musculatura que provoca la extensión y la abducción del pulgar; lo que suele incluir no sólo la terapia física, sino también algunos antiinflamatorios no esteroideos. Lo bueno es que las mejorías se notarán de inmediato. Además, no curar bien una tendinitis puede llevar a que se produzcan problemas a largo plazo.
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