
Nuevo descubrimiento
El alimento que debes evitar para tener unos dientes estéticos, según un estudio español
Una investigación de la Universidad Católica de Valencia descubre una posible relación entre estos productos ultraprocesados y las deformidades dentales en la infancia

A los niños y a las niñas les encantan las patatas fritas, los helados y los yogures. Pero estos "simples" tentempiés entrañan riesgos para la salud de los dientes que van más allá de la aparición de sarro o de la erosión del esmalte dental, que pueden provocar caries y otras enfermedades periodontales. Es la conclusión que se desliga de un estudio científico llevado a cabo en España, liderado por investigadores de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad Católica de Valencia.
La investigación detecta que la dieta actual es diferente a la de hace algunos años. Antes, los niños y niñas se alimentaban a base de carne y plantas, pero ahora comen muchos más alimentos ultraprocesados. El trabajo señala especialmente a alimentos altamente procesados que en ocasiones pasamos por alto, como yogures, batidos, cereales, así como purés y comidas preparadas.
Ya sabemos que los alimentos ultraprocesados (UPF) tienen un alto contenido en calorías, azúcar y sal, lo que conlleva riesgos conocidos para la salud como la obesidad, la diabetes, las cardiopatías y el cáncer. Sin embargo, el estudio afirma que una dieta con exceso de UPF también puede llevar al desarrollo de deformidades dentales en la infancia, como la mordida cruzada o la aparición de "dientes de sierra".
La mordida cruzada es un tipo de maloclusión que se produce cuando los dientes de la fila superior quedan por dentro de los de la arcada inferior. Puede ser solo un diente o varios. En cuanto a los dientes de sierra, son una malformación en forma de serrucho a la que se conoce como "mamelones" y aparece sobre los 6 años de edad, cuando se han caído los dientes de leche y salen los dientes definitivos.
Hasta ahora, se creía que estos defectos dentales se debían únicamente a factores genéticos o a una mala mordida. No obstante, el actual estudio afirma que podría existir una relación entre los alimentos ultraprocesados y el encogimiento de los maxilares y los dientes de leche en los niños.
Según Laura Marqués Martínez, coautora del estudio, el consumo de dietas "cazadoras-recolectoras" (ricas en carne, frutas y alimentos recolectados) estimulaba los músculos de la mandíbula y favorecía el desarrollo completo de la mandíbula en los niños. Sin embargo, se está observando que la generación más joven tiene mandíbulas cada vez más pequeñas debido a los hábitos dietéticos alterados que incluyen alimentos altamente procesados.
La razón principal de esta deformidad en los niños es que "la textura de los alimentos es más blanda que nunca" y "no requiere una masticación adecuada", afirma la experta en odontopediatría, en una entrevista con The Telegraph. Así, el consumo prolongado de alimentos infantiles blandos no estimula el músculo de la mandíbula en los niños y, por lo tanto, conduce a mandíbulas subdesarrolladas y otras deformidades.
Conclusiones del estudio y qué comer
El estudio examinó los hábitos alimentarios, así como las estructuras dentales y craneales de niños de entre 3 y 5 años. Se descubrió que en sus dietas predominaban los alimentos líquidos o semisólidos, como purés y yogures que no requerían mucha masticación. Los alimentos más blandos no activan los músculos maxilofaciales con la misma eficacia que los más duros y fibrosos, lo que provoca un subdesarrollo de las estructuras mandibulares.
Márquez Martínez hace hincapié en la importancia de la masticación para el correcto desarrollo de los maxilares. "Masticar alimentos sólidos y fibrosos, como frutas, verduras o proteínas naturales es esencial para un crecimiento óseo sano; fortalece los músculos faciales y favorece la alineación dental", añade. También explica que "esto ayuda prevenir problemas como la desalineación de los dientes y cualquier deficiencia en el tamaño o la forma de las arcadas dentales".
Siempre se ha hablado de la gran cantidad de azúcar y conservantes que contienen los alimentos ultraprocesados, pero ahora sabemos que no solo se trata de eso. La investigadora y sus colegas sostienen que las propiedades físicas de estos alimentos son igualmente perjudiciales para la salud de las personas más pequeñas de la casa.
Por lo tanto, el equipo experto de la universidad valenciana sugieren que incorporar alimentos sólidos y fibrosos en la dieta infantil puede mejorar significativamente el desarrollo de las estructuras dentales y óseas de los niños para prevenir cualquier tipo de problema ortodóncico a largo plazo.
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