Opinión

El apagón puso a prueba la Sanidad

Muchos de los enfermos de ELA padecieron especialmente ante la imposibilidad de conectar las máquinas que les mantienen con vida

Los hospitales y centros sanitarios andaluces "funcionan con normalidad" durante el apagón eléctrico
Los hospitales y centros sanitarios mantuvieron la asistencia gracias a los generadores eléctricosLa Razón

Lo del pasado lunes 28 fue algo más que un simple test de estrés para la Sanidad. Superar casi 12 horas (según cada sitio) de apagón eléctrico es algo para lo que no están preparadas todas las empresas, organismos o instituciones. Los hospitales sí que lo están, pero no es lo mismo una prueba o simulacro que la cruda realidad.

Cuando los enfermos sufren el apagón, hay que anteponer la actividad urgente a todas las demás y garantizar que al menos los servicios básicos funcionan. El Ministerio aseguró que se mantenían toda la actividad gracias a los grupos electrógenos. Así fue por lo general. La normalidad se impuso pese al estrés de la situación y al hecho lógico de que muchos pacientes reclamaron las reubicaciones de sus intervenciones quirúrgicas, pruebas o consultas médicas. Sí que se sufrió más por los enfermos críticos, sobre todo cuando se veía que la situación de «blackout» se prolongaba más de lo inicialmente previsible. Muchos de los enfermos de ELA padecieron especialmente ante la imposibilidad de conectar las máquinas que les mantienen con vida, pasando el día en situación de angustia. Cuentan algunos de ellos cómo de haber durado un día más la desconexión, igual no hubieran sobrevivido. Pacientes aislados dependientes de sus máquinas y baterías.

También se resintió la caída en las reservas de sangre, de la que alertó el Centro de Transfusiones de Madrid. Se tomó la decisión de posponer 24 horas las donaciones, en todos los hospitales implicados, por razones de logística, pues no se podía asegurar al cien por cien los traslados de un centro a otro. No hubo problema con la sangre almacenada porque todos los centros cuentan con generadores, pero es evidente que acudió menos sangre para donar, por lo que disminuyeron las reservas. Por fortuna, la sanidad española superó el test con buena nota.