Psicología

Hay cinco frases típicas de personas inestables: si las conoces, podrás protegerte

Descubre qué dicen estas frases realmente sobre ti y tu equilibrio

Hay cinco frases típicas de personas inestables: si las conoces, podrás protegerte
Hay cinco frases típicas de personas inestables: si las conoces, podrás protegerteLa Razón

La cantidad de estímulos constantes a la que vivimos expuestos en el día a día, afecta más de lo que imaginamos: notificaciones, noticias, mensajes, y, sobre todo el bombardeo constante de información en redes sociales. En cuestión de segundos, podemos pasar de ver algo que nos causa risa a una publicación que nos indigna o nos entristece profundamente. Este vaivén emocional continuo puede ser uno de los causantes de esa sensación de vivir en una montaña rusa emocional.

Pasar de la euforia a la tristeza en cuestión de segundos, alternando momentos de entusiasmo con otros de desánimo absoluto. Su forma de comunicarse también cambia, el tono, la intención y la energía de sus palabras varían de forma constante, dejando a quienes las escuchan sin entender qué pasa.

La psicóloga Anna María Sepe, fundadora de Psicoadvisor, explica que las palabras nunca son fruto del azar: son un reflejo directo de cómo nuestro sistema nervioso gestiona las emociones. Cuando ese equilibrio interno se resquebraja, el lenguaje se vuelve confuso, impredecible y hasta contradictorio.

No es cuestión de tener un carácter difícil, sino de atravesar periodos de inestabilidad emocional o de haber mantenido relaciones marcadas por los altibajos. Desde un punto de vista biológico, esta falta de estabilidad mantiene al organismo en alerta constante: la amígdala trabaja sin descanso, los niveles de cortisol se disparan y resulta cada vez más complicado recuperar la calma y el bienestar interior.

Cinco frases que describen la inestabilidad interior

  • "Lo quiero pero no ahora"

Tras esta frase se esconde una dinámica ambivalente, de deseo y miedo. Quienes la pronuncia tienden a acercarse cuando sienten afecto y a distanciarse cuando perciben peligro o vulnerabilidad. Es señal de un equilibrio interno inestable, en el que el lado emocional se impone mientras que el racional se retrae.

  • "No sé lo que quiero, pero nada me conviene"

Aquí surge la incapacidad de reconocer las propias necesidades. Criticarlo todo se convierte en una forma de defensa: si nada sale bien, no hay riesgo de exposición ni de fracaso. Es una forma de protegerse del contacto con la vulnerabilidad, pero permanecer atrapado en la frustración constante.

  • "Solo era una broma, eres demasiado sensible"

Una forma clásica de negar el impacto de las propias palabras. Sirve para reducir la culpa de haber herido a la otra persona y traslada la responsabilidad a quien reacciona. Es una defensa contra la vergüenza, una forma de desconfirmación emocional que desestabiliza al receptor.

  • "Me malinterpretaste" (se repite una y otra vez)

Una frase que, si se repite, se convierte en una forma de evadir la responsabilidad de lo dicho. Quienes la usan tienden a reescribir mentalmente la realidad para evitar sentirse culpables, lo que alimenta la confusión y una sensación de desvalorización en el otro.

  • "Tu eres quien me hace sentir así"

Atribuir el propio estado emocional a los demás es típico de quienes aún no han aprendido a autorregularse. Significa que el bienestar siempre depende del exterior, convirtiendo cada relación en un campo de tensión y culpa.

La inestabilidad es una señal

Ser inestable no significa estar enfermo, es más bien una forma de describir un equilibrio emocional fluctuante, especialmente cuando falta seguridad y confianza. Cuando el cuerpo se siente desprotegido, aumenta la producción de hormonas del estrés, reacciona impulsivamente y lucha por recuperar la calma y la estabilidad.

Todos experimentamos momentos de desear algo y al mismo tiempo temerlo, es profundamente humano. La verdadera diferencia radica entre quienes reconocen este estado y quienes lo ignoran. Decir "Estoy indeciso, lo pensaré" es señal de consciencia, sin embargo, cambiar constantemente de opinión sin darse cuenta puede revelar una inestabilidad emocional confusa y dolorosa.