¿Qué sucede en el cuerpo cuando se toman zinc y magnesio juntos?

El zinc y el magnesio son mucho más que simples minerales. Juntos, pueden marcar una gran diferencia en la salud y el bienestar. Pero, ¿qué ocurre realmente en el cuerpo al combinarlos?

Aliados para el sistema inmunológico

El zinc es conocido por su papel clave en el sistema inmunológico, ayudando a regular la respuesta inflamatoria y fortaleciendo las defensas del cuerpo frente a virus como el resfriado común o incluso la COVID-19. Por su parte, el magnesio actúa como un potenciador, sintetizando vitaminas esenciales como la vitamina D, que también contribuye a una respuesta inmunitaria robusta. Tomados juntos, estos minerales forman un dúo dinámico para combatir infecciones.

Beneficios para los huesos

El magnesio es fundamental para mantener la densidad ósea, lo que lo convierte en un componente clave en la lucha contra la osteoporosis. Mientras tanto, el zinc también ha demostrado ser importante: los niveles bajos de zinc están asociados con un mayor riesgo de fragilidad ósea. Juntos, pueden ayudar a proteger la salud ósea, especialmente en poblaciones de riesgo como mujeres posmenopáusicas.

Mejor calidad del sueño

La capacidad del magnesio para calmar el sistema nervioso central lo convierte en un recurso invaluable para mejorar la calidad del sueño. En combinación con el zinc, este efecto se amplifica, como lo demuestra un estudio que encontró que esta combinación ayudó a adultos mayores con insomnio a conciliar el sueño más rápidamente y dormir de forma más profunda.

Rendimiento atlético y energía

El zinc y el magnesio también pueden ser una ayuda natural para los atletas. El zinc favorece la producción de proteínas y la función muscular, mientras que el magnesio reduce la inflamación y protege contra el estrés oxidativo. Ambos trabajan juntos para mejorar la resistencia y la recuperación.

Reguladores de la salud metabólica

Las personas con diabetes tipo 2 pueden encontrar beneficios en la combinación de estos minerales. Un estudio demostró que tomar zinc y magnesio mejoró los niveles de azúcar en sangre y colesterol, además de reducir la inflamación.

Cuidado cardiovascular

Tanto el zinc como el magnesio juegan un papel crucial en la regulación de la presión arterial. Mientras que el zinc ayuda a producir óxido nítrico, que relaja los vasos sanguíneos, el magnesio mejora el flujo sanguíneo y disminuye la presión arterial.

Prevención de migrañas

Los niveles bajos de magnesio y zinc están relacionados con un aumento en la frecuencia y severidad de las migrañas. La deficiencia de magnesio puede afectar la función del sistema nervioso, desencadenando episodios de migraña, mientras que el zinc contribuye al equilibrio inflamatorio y al mantenimiento de las funciones neurológicas. Estudios recientes han mostrado que los suplementos que combinan ambos minerales pueden reducir la frecuencia de las migrañas, así como su intensidad. Aunque los resultados son prometedores, los investigadores destacan la importancia de una ingesta adecuada y constante para observar mejoras significativas.

Precauciones al tomarlos juntos

Aunque tomar zinc y magnesio juntos tiene muchos beneficios, es fundamental no excederse en las dosis. El exceso de zinc, por ejemplo, puede interferir con la absorción de magnesio y causar efectos secundarios como náuseas o diarrea. Por ello, siempre es recomendable consultar a un médico antes de comenzar cualquier suplementación.

Fuentes naturales

Si prefieres obtener estos minerales de manera natural, aquí tienes algunas opciones:

• Zinc: mariscos, carne de res, semillas y lácteos.
• Magnesio: frutos secos, espinacas, legumbres y plátanos.

Un dúo para el bienestar integral

La combinación de zinc y magnesio puede ofrecer beneficios notables para la salud, desde mejorar el sueño y la salud ósea hasta potenciar el sistema inmunitario. Sin embargo, como con cualquier suplemento, el equilibrio es clave. Consulta con un especialista para asegurarte de que esta combinación sea adecuada para ti.