Prevención

Cómo disfrutar de unas vacaciones saludables

No deben faltar los fotoprotectores solares, un botiquín con medicación básica, calzado cómodo y material para curar heridas

Las precauciones comienzan ya al hacer el equipaje
Las precauciones comienzan ya al hacer el equipajeDREAMSTIMELA RAZÓN

Ya está aquí el verano y, con él los planes de viajar para disfrutar de unas vacaciones en la playa, la montaña, la ciudad, el pueblo o el extranjero. El año pasado –según la encuesta de Turismo de Residentes, del Instituto Nacional de Estadística (INE)–, los españoles hicimos 184,4 millones de viajes. De ellos, el 88,3% tuvo como destino principal España y el 11,7%, el extranjero.

«Aunque estas cifras muestran cómo los españoles no sentimos ninguna pereza a la hora de desplazarnos para disfrutar de un merecido descanso, hemos de tener presente que, elijamos destinos nacionales o internacionales, rurales, urbanos o costeros, las precauciones en relación con nuestra salud comienzan ya en el momento de hacer el equipaje. Preparar la maleta con conciencia nos permitirá estar preparados para afrontar los efectos de posibles imprevistos relacionados con la salud que podrían hacer peligrar el relax y la diversión: un desorden gastrointestinal, una quemadura solar o las picaduras de insectos pueden hacernos pasar muy mal rato e, incluso, dar al traste con parte de nuestras vacaciones», recuerda Julio Maset, médico de Cinfa.

Por tanto, como añade, «en nuestra maleta, no deben faltar los fotoprotectores de factor 30 o superior, un botiquín con los medicamentos más básicos, calzado cómodo y tiritas o apósitos para las ampollas y rozaduras; material para curar posibles heridas y, si se tratara de un destino de sol, gorros y gafas para protegernos de sus rayos. Además, ya en nuestro destino, no podemos olvidar los buenos hábitos referentes a la alimentación y al ejercicio».

En caso de viajar a destinos tropicales, la prevención debe ser todavía mayor. En primer lugar, no podemos olvidar acudir con antelación suficiente al Centro de Vacunación Internacional, donde nos informarán sobre las vacunas necesarias en la zona a la que viajemos. Durante el trayecto, hemos de llevar con nosotros un repelente para mosquitos que contenga entre sus principios activos dietiltoluamida (DEET). Tampoco pueden faltar los antidiarreicos e, incluso, los laxantes, pues nuestro estómago hará frente a nuevas gastronomías e, incluso, a horarios de comidas a los que no está acostumbrado.

Más vale prevenir

►Aliméntese de forma saludable. El estreñimiento es un compañero de viaje habitual, por lo que, para prevenirlo, trate de consumir alimentos ricos en fibra.

►Beba líquido abundante. Más que nunca en vacaciones, recuerde ingerir como mínimo dos litros de agua al día.

►Frente al jet-lag, mantenga una correcta rutina del sueño. Intente dormir lo máximo posible en el vuelo si llega temprano al destino; en caso contario, acuéstese lo antes posible.

►Cuando viaje, evite la ropa ceñida y mueva las piernas con frecuencia.

►Preste atención a sus pies. Use un calzado flexible y de anchura adecuada para prevenir rozaduras, callos o ampollas.

►Protéjase adecuadamente del sol. En su maleta no deben faltar gafas de sol y un sombrero, además de fotoprotector factor 30 o superior.

►No se deje puesto el bañador húmedo. La humedad en la ropa tras el baño favorece el crecimiento de las bacterias que provocan la cistitis o infección del tracto urinario.

►Si viaja a destinos exóticos, conviene que acuda con antelación al Centro de Vacunación Internacional para informarse acerca de las vacunas en la zona.

►Cuidado con las picaduras. Prescinda de colonias o jabones.

►Prepare un botiquín con su medicación habitual y los productos esenciales: agua oxigenada, gasas, tijeras y esparadrapo, termómetro, fármacos para fiebre y/o dolor, antidiarreicos.