
Entrevista
Daniela Silva, especialista en medicina interna: "La visibilización de signos menos conocidos del cáncer de mama es una asignatura pendiente"
La doctora explica durante el Día Mundial contra el Cáncer de Mama en LA RAZÓN los puntos claves en la prevención y la lucha: "No se trata de generar miedo, sino de invitar a estar atentas"

El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente entre las mujeres de todo el mundo, y representa una de las principales causas de mortalidad femenina por oncología. Según los datos más recientes publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 2,3 millones de mujeres a nivel global fueron diagnosticadas con esta enfermedad, y se registraron cerca de 670.000 fallecimientos. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) indica que una de cada 20 mujeres en todo el mundo será diagnosticada con cáncer de mama a lo largo de su vida.
Cada 19 de octubre, en el marco del Día Mundial contra el cáncer de mama, los especialistas insisten en la importancia de la prevención y en ir más allá de la autoexploración convencional y prestar atención a cualquier cambio visible en los senos, incluso, en ausencia de dolor o nódulos palpables. Es una enfermedad que habitualmente se presenta con la aparición de un bulto o masa en el pecho. Sin embargo, en algunos casos la piel que recubre la glándula mamaria también puede verse afectada.
La doctora Daniela Silva, especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare España, además de creadora de contenido en Instagram, recalcó este aspecto: "La visibilización de signos menos conocidos del cáncer de mama, como los cambios en la piel, sigue siendo una asignatura pendiente en la prevención y educación sanitaria. Reconocer estas señales de manera temprana, no busca generar alarma, sino ampliar el umbral de atención y fomentar la detección precoz". Atiende a LA RAZÓN para dar más detalles sobre la prevención de la enfermedad y el funcionamiento de la misma.

Así se puede detectar el cáncer de mama
"En un escenario donde cada minuto cuenta, incorporar estos criterios a la conciencia colectiva puede tener un impacto directo en los tiempos de diagnóstico y, por tanto, en los resultados del tratamiento. La prevención no empieza únicamente en el ámbito clínico, sino en la información precisa que la población recibe y que debemos saber transmitir para que se interprete correctamente", recalca la doctora.
Cambios sutiles como enrojecimiento, engrosamiento cutáneo, retracción o cambios en la forma del pezón, textura anómala o la aparición de la característica “piel de naranja”, son signos de alerta característicos del cáncer de mama tipo inflamatorio, los cuales pueden pasar desapercibidos si no se observan con atención. Estas medidas de prevención son claves en la lucha contra el cáncer de mama:
- No se deben ignorar pequeños cambios en la piel: La aparición de una textura irregular en la piel del pecho, con poros marcados y pequeños hoyuelos, similar a la superficie de una cáscara de naranja, pueden indicar alteraciones de la glándula mamaria.
- Detectar enrojecimiento, inflamación o diferencias de temperatura: Un área de la mama que permanece enrojecida o más caliente durante varios días sin causa aparente, como una irritación, alergia o golpe, puede ser un signo de carcinoma inflamatorio u otros procesos relevantes
- Vigilar cambios en el pezón y la areola: Cualquier retracción o alteración de la forma del pezón, así como descamación, costras alrededor de la areola o secreciones anormales, especialmente si se presentan en una sola mama y sin presión externa, pueden ser indicios de un proceso patológico.
- Acudir a expertos y realizar las revisiones periódicas:Las empresas pueden impulsar la prevención y la concienciación a través de campañas informativas, revisiones médicas periódicas, programas de cribado y la promoción de hábitos saludables, como la actividad física y entornos libres de tabaco.
La doctora explica a este medio por qué estos cambios son más difíciles de identificar para la población: "Bueno, porque son menos frecuentes. En general, se habla casi exclusivamente del bulto como señal de cáncer de mama porque es el hallazgo más habitual. Es un mensaje que afortunadamente ha calado mucho en la sociedad, sobre todo gracias a campañas que han insistido en la autoexploración mediante el tacto. Pero hay otros signos, como los cambios en la piel, el enrojecimiento o la retracción del pezón, que también son importantes y que, simplemente, no se han explicado con la misma claridad. Si no los conocemos, no los asociamos con un posible problema y eso hace que muchas veces se retrase la consulta médica".
La doctora no solo explicó los otros posibles síntomas y explicó el motivo por el que son menos visibles. También reflexionó sobre otros aspectos claves relacionados con esta maldita enfermedad que tanto castiga a las mujeres.
¿Qué papel juegan los profesionales sanitarios en la educación sobre la detección temprana fuera del ámbito clínico?
Muy importante. No todo empieza y acaba en la consulta. Hemos de ser los altavoces de las campañas de sensibilización, hablar del tema en entornos laborales, en espacios comunitarios, y encontrar formas de que esta información llegue a más personas. Explicar que observar el cuerpo, mirarse al espejo, notar cambios en la piel o en el pezón, también forma parte de la autoexploración. Y que cuanto más lo integremos en nuestra rutina, más natural será consultar ante cualquier duda.
¿Cómo se puede mejorar la comunicación de la información sanitaria para evitar alarmismo, pero fomentar la vigilancia activa?
Contando las cosas de forma sencilla y sin dramatizar. Un cambio en el pecho no significa necesariamente algo grave, pero sí es una buena razón para pedir cita y asegurarse. No se trata de generar miedo, sino de invitar a estar atentas. Hay formas de hablar de salud que no asustan, sino que motivan a cuidarse. Y ese es el enfoque que necesitamos: mensajes que den información útil y animen a actuar, sin alarmar.

¿Qué impacto tiene la detección temprana en las tasas de supervivencia y en la calidad del tratamiento?
Enorme. Detectar el cáncer de mama en etapas tempranas mejora notablemente las posibilidades de tratamiento y recuperación. Se pueden evitar intervenciones más agresivas, y la calidad de vida del paciente suele ser mejor durante todo el proceso. Además, desde una perspectiva más amplia, también se reduce el coste y la complejidad de los tratamientos. Identificar cualquier signo a tiempo va a permitir un abordaje más efectivo y posiblemente menos invasivo.
¿Existen grupos de población más vulnerables a la falta de información sobre estos signos menos conocidos?
Sí, sin duda. Las mujeres con menos acceso a información sanitaria, las que viven en zonas rurales o tienen menos recursos, suelen estar menos expuestas a campañas informativas. También ocurre con mujeres jóvenes, que muchas veces no se sienten en riesgo, o con personas migrantes que pueden tener dificultades con el idioma o con ciertas referencias culturales. Por eso es tan importante adaptar el mensaje a distintos perfiles y asegurarnos de que llega.
¿Qué mensaje principal le gustaría transmitir a la población sobre la importancia de observar cambios sutiles en el cuerpo?
El cuerpo siempre habla, solo hay que aprender a escucharlo. No debemos esperar a que aparezca dolor o un bulto para prestar atención. Cambios aparentemente pequeños como una zona enrojecida, un pezón que ha cambiado ligeramente de aspecto, una textura distinta en la piel puede ser señales de alerta. La autoobservación frente al espejo, de forma regular y con buena iluminación, es una herramienta sencilla pero poderosa. Mi mensaje es claro: conocerse a una misma es también una forma de cuidarse. Si algo te parece inusual, consulta. No es alarmismo, es prevención con conciencia.
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