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Enfermedad reumática: consejos para recién diagnosticados

El ejercicio es crucial, pese a la fatiga, por su efecto positivo frente al dolor, para los músculos y las articulaciones

El ejercicio es parte del tratamiento. Hay que hacerlo salvo en brote
El ejercicio es parte del tratamiento. Hay que hacerlo salvo en broteDREAMSTIMELA RAZÓN

Una de cada cuatro personas mayores de 20 años en España tiene una enfermedad reumática. Dolor, rigidez e inflamación de articulaciones y mucha fatiga son los síntomas principales que sufren los pacientes.

Se trata de unos síntomas que es importante reconocer y no dilatar la cita con el médico, algo que suele pasar, ya que estas enfermedades se asocian por error a la vejez cuando, en realidad, «se diagnostican a los 30, 40 y 50 años», explica Virginia Portilla, enfermera de Reumatología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander, tras el 10º Simposio de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas organizado por la Sociedad Española de Reumatología.

Lograr una intervención temprana en el caso de sufrir alguna de las más de 200 enfermedades reumáticas y autoinmunes sistémicas puede reducir y evitar dolores al mejorar el pronóstico a largo plazo al adelantarse a la posible afectación de órganos como los riñones, los pulmones o el sistema nervioso central. Por eso el primer consejo que da Portilla es que, en caso de sufrir alguno de los síntomas descritos, «vaya al médico. Se tarda en ir porque el paciente suele ser una persona joven que toma antiinflamatorios frente al dolor y al final va cuando ya no le hacen nada».

Tras ser derivado al reumatólogo y en caso de confirmarse el diagnóstico, el paciente ha de saber que ya tenga artritis reumatoide, lupus, síndrome de Sjögren, espondilitis anquilosante o artrosis «se trata de una patología crónica no curable que cursa en brotes (periodos de enfermedad inactiva y activa) y que tiene tratamiento», explica.

Para lograr una reducción del dolor que será paulatina, la adherencia al tratamiento, como incide Portilla, «es muy importante, porque los pacientes empiezan con corticoides y mejoran mucho. Después, son reacios a usar fármacos modificadores de la enfermedad, ya que tienen muchos efectos secundarios ocasionalmente graves. Pero han de saber que es importante tomarlos y que se empieza con dosis muy bajas y que se les hace una analítica cada mes, cada tres y cada seis meses para ver si se puede ir poco a poco subiendo la dosis».

Es entonces cuando los pacientes ven que disminuyen sus síntomas y empiezan a tener una vida normal, y eso les convence para no dejar de tomar la medicación.

El estilo de vida es fundamental, tanto que, según Portilla, «es parte del tratamiento. Y no porque te ayude a mejorar la salud, es que es otra parte del tratamiento, ya que la actividad física aumenta el tono muscular, la funcionalidad y fortalece las articulaciones».

Hay deportes contraindicados como los de contacto «tipo boxeo, fútbol, baloncesto o rugby, pero el paciente puede correr, hacer ejercicios de fuerza, pilates, yoga, nadar, pero nunca cuando hay un brote.Si la enfermedad está activa, la articulación duele y no se debe de forzar», precisa. Es decir, en cuanto se tiene un brote no está indicado hacer ejercicio físico. «Solo podrían hacerse los ejercicios isométricos y de contracción tipo pilates flojito, pero en general cuando las articulaciones están inflamadas no se debe forzar», incide.

Si se cansa fácilmente cuando hace ejercicio, vaya a su ritmo. «Hay que empezar lento. Puede hacer cinco minutos de ejercicio la primera semana, 10 minutos la segunda...», afirma Laurent Arnaud, reumatólogo del Hospital Universitario de Estrasburgo y presidente de la Sociedad Europea de Lupus. Lo más importante es recordar que «no debe dejar de hacer ejercicio. Y es que la actividad física mejora –la percepción de– fatiga y depresión. En caso de lupus, la fatiga, que tiene un origen multifactorial, no mejora con el descanso», añade.

En cuanto la alimentación, Portilla recomienda llevar una dieta mediterránea con control de peso porque la obesidad fuerza las articulaciones como rodillas y tobillos y hay que evitar el consumo de ultraprocesados, ya que a más procesado más sustancias proinflamatorias. Es decir, deberían consumirse los alimentos de la forma más natural posible y menos procesada».

Para el cansancio y la rigidez matutinos, Portilla recomienda «a los pacientes que se den una ducha de agua caliente y que dejen caer el agua caliente donde más lo noten, también se puede optar por los baños de parafina. También aconsejamos ayudas técnicas. Así, hay células para dormir si tienes una mano que te duele».

Y es muy importante prevenir las comorbilidades asociadas a enfermedades reumáticas. Por ejemplo, como precisa Portilla, «en caso de lupus o de artritis reumatoide, tienen más riesgo de sufrir un infarto o un accidente cerebrovascular que la población general por la inflamación crónica que acompaña la enfermedad, similar al proceso de formación de placas de ateroma de las arterias, por eso se les forman a edades más tempranas placas de colesterol y vemos pacientes que con 45 años están infartados y tienen artritis». Y no solo, también porque «hay medicamentos para tratar estas patologías que aumentan las cifras de colesterol», añade.

La osteoporosis también suele acompañar estas enfermedades, como explica Portilla, «por el papel de los glucocorticoides, y para esta patología también es muy bueno hacer ejercicio, ya que evita que se pierda tanto hueso al mantenerse activo y el músculo fuerte. Y es que mantener el tono muscular favorece la densidad ósea».

Respecto a las infecciones (sobre todo respiratorias), para las enfermedades autoinmunes «los médicos usan inmunosupresores que hacen que los pacientes, que ya de por sí tienen el sistema inmunitario alterado por la enfermedad, sean aún más propensos a tener una infección. Para prevenirlo, lo que se hace una vez que el paciente no mejora con los tratamientos convencionales, antes de poner el tratamiento biológico, se descarta que tenga infección activa o latente y se le administra todas las vacunas que necesita (gripe, neumococo, covid, haemophilus, virus herpes, papiloma humano en mujeres con lupus sobre todo si tienes lesiones). De hecho, aunque no se les ponga biológicos es importante que estén vacunados frente a las principales infecciones respiratorias (gripe, covid y neumococo).