Alarma en EE UU

Masacre: las muertes por sobredosis con Fentanilo se multiplican por 50

La larga crisis de salud pública por las sobredosis con opioides en Estados Unidos atraviesa su cuarta oleada

El fentanilo es 50 veces más fuerte que la morfina y la heroína, y a menudo se vende ilegalmente por tener unos efectos similares a los de la heroína
El fentanilo es 50 veces más fuerte que la morfina y la heroínaLa RazónLa Razón

El número de muertes por sobredosis en Estados Unidos a causa del Fentanilo mezclado con otros estimulantes se ha multiplicado por más de 50 desde el año 2010. Las cifras son escalofriantes: han pasado del 0,6% (235 personas fallecidas) en 2010 al 32,3% (34.429 defunciones) en 2021.

Los números son fruto de una nueva investigación dirigida por la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA). En ella se alerta de que este aumento en la proporción de defunciones por sobredosis a causa del fentanilo ha introducido a EE UU en la "cuarta oleada" de esta larga crisis de salud pública, cuyo número de muertes "sigue aumentando vertiginosamente".

El fentanilo es un opioide sintético que es hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. Es un importante factor contribuyente a las sobredosis mortales y no mortales en los EE UU. Según el artículo, publicado en la revista Addiction, los estimulantes como la cocaína y la metanfetamina son la clase de droga más común encontrada en las sobredosis involucradas con fentanilo en todos los estados del país norteamericano.

"Ahora estamos viendo que el uso de fentanilo junto con estimulantes se está convirtiendo rápidamente en la fuerza dominante en la crisis de sobredosis de EE UU", asegura el autor principal Joseph Friedman, investigador de adición de la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA. "El fentanilo ha dado paso a una crisis de sobredosis por polisustancias, lo que significa que la gente está mezclando fentanilo con otras drogas, como estimulantes, pero también con otras innumerables sustancias sintéticas", afirma.

"Esto plantea muchos riesgos para la salud y nuevos retos para los profesionales sanitarios. Disponemos de datos y conocimientos médicos sobre el tratamiento de los trastornos por consumo de opiáceos, pero comparativamente tenemos poca experiencia con la combinación de opiáceos y estimulantes, o de opiáceos mezclados con otras drogas. Esto hace que sea difícil estabilizar médicamente a las personas que se están retirando del consumo de polisustancias", apunta.

El fentanilo, se desarrolló hace más de medio siglo como un método de uso médico para sustituir a la morfina, pero pasó del quirófano a las calles. El análisis ilustra cómo la crisis de los opiáceos en EE UU comenzó con un aumento de las muertes por opiáceos con receta (oleada 1) a principios de la década de 2000 y por heroína (oleada 2) en 2010. Hacia 2013, el aumento de las sobredosis de fentanilo marcó la tercera oleada. La cuarta oleada (sobredosis de fentanilo con estimulantes) comenzó en 2015, y sigue creciendo.

Para complicar aún más las cosas, las personas que consumen varias sustancias también pueden correr un mayor riesgo de sobredosis, y muchas de las sustancias que se mezclan con fentanilo no responden a la naloxona, el antídoto contra la sobredosis de opiáceos.

Un problema racial y de norte/sur

Los autores también descubrieron que las muertes por sobredosis de fentanilo/estimulantes afectan de forma desproporcionada a las comunidades de minorías raciales/étnicas en EE UU, incluidas las personas de raza negra y afroamericana y los nativos americanos. Por ejemplo, en 2021, la prevalencia de la participación de estimulantes en las muertes por sobredosis de fentanilo fue del 73% entre las mujeres negras o afroamericanas no hispanas de 65 a 74 años que vivían en el oeste de EE UU, y del 69% entre los hombres negros o afroamericanos de 55 a 65 años que vivían en la misma zona. La tasa entre la población general de EE UU en 2021 era del 49%.

También existen patrones geográficos en el consumo de fentanilo/estimulantes. En el noreste de EE UU, el fentanilo tiende a combinarse con cocaína; en el sur y el oeste de EE UU, aparece más comúnmente con metanfetamina.

"Sospechamos que este patrón refleja la creciente disponibilidad y preferencia por la metanfetamina de bajo coste y gran pureza en todo EE UU, y el hecho de que el noreste tiene un patrón bien arraigado de consumo ilícito de cocaína que hasta ahora se ha resistido a la completa absorción por la metanfetamina observada en otras partes del país", afirma Friedman.

El estudio ha sido financiado por el Programa de Formación de Médicos Científicos de la UCLA y el Instituto Nacional contra la Drogadicción de los Institutos Nacionales de la Salud de EE UU.