Entrevista

«A partir de los 20 años hay que controlar el riesgo cardiovascular»

El Dr. Borja Ibáñez, cardiólogo intervencionista de la Fundación Jiménez Díaz, director científico del CNIC y jefe de grupo de Cibercv, explica a la sección "10 preguntas" que "la prevención muy precoz reducirá infartos, casos de alzhéimer y demencia en el futuro»

Dr. Borja Ibáñez
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1. ¿Qué provoca el síndrome coronario agudo?

Hay que explicar que, por la exposición al colesterol alto, a la tensión arterial y a otros factores de riesgo, el colesterol y el material inflamatorio se va depositando dentro de las arterias del corazón, llamadas coronarias. Son como tres tuberías, y cada una de ellas da riego a una parte del músculo cardíaco, y cuando las paredes de estas tuberías se llenan de colesterol durante un periodo muy largo, llega un momento en el cual la membrana que recubre esta bolsa de colesterol que está en la pared de la arteria se rompe, pone en contacto el colesterol, que es grasa no soluble, con la sangre, y se forma un coágulo. Este coágulo obstruye la arteria. Si lo hace de forma completa provoca un tipo de infarto que es una emergencia e implica abrir la coronaria. También la puede obstruir de forma parcial. Por último, la angina inestable es otra forma de presentación del síndrome coronario agudo donde no existe ningún tipo de daño irreversible en el corazón.

2. ¿Va en aumento en España?

El número de muertes por infarto se mantiene más o menos estable. En cuanto a las estadísticas, como cada vez los métodos para diagnosticar un síndrome coronario agudo son más sensibles, el número de diagnósticos aumenta cada año.

3. ¿Es necesario el cribado en el Sistema Nacional de Salud?

Cuando alguien tiene un síndrome coronario agudo (que son los diferentes tipos de infarto o la angina de pecho), tiene unos síntomas muy característicos, y hacer un cribado previo a esto no sirve para poder identificar quién va a tener un síndrome con agudo próximamente. Lo que sí que es muy importante a nivel del SNS es hacer un cribado de los factores de riesgo que se asocian a tener más depósito de colesterol en las arterias.

4. Han publicado la Guía Clínica Europea del Síndrome Coronario Agudo, un documento de referencia que se actualiza cada cinco años. ¿Cuáles son los principales cambios que recoge?

Por primera vez, combina todo tipo de síndrome coronario agudo (diferentes tipos de infarto, así como angina de pecho inestable). Antes había guías clínicas que trataban de manera independiente cada tipo de infarto y por primera vez se recogen conjuntamente. La segunda gran novedad es que se ha contado con los propios pacientes para hacer esta esta guía clínica. Por último, ha habido cambios concretos en cuanto a las recomendaciones (estrategias de tratamiento, fármacos, etc.).

5. ¿Cuántos profesionales han participado en su elaboración?

El doctor Robert Byrne, de Irlanda, y yo hemos liderado esta guía, realizada por 26 personas, y la cual ha tenido más de 150 revisores.

6. El CNIC publicó un estudio en «The Lancet Healthy Longevity» en que se muestra que las personas de mediana edad con un riesgo cardiovascular alto durante cinco años sufren una mayor disminución del metabolismo cerebral. ¿A qué se debe?

Es la primera vez que se demuestra que hay una asociación muy clara entre los factores de riesgo cardiovascular, la aterosclerosis, que es el colesterol en las paredes de las arterias, y el deterioro cognitivo.

7. ¿Las personas con problemas del corazón tendrán alzhéimer?

Para poder demostrarlo de forma absoluta, tenemos que continuar con la cohorte de población sana y ver quiénes desarrollan alzhéimer en el futuro. Pero sí que podemos avanzar que muy probablemente esto va a ser así. Es por ello que una prevención muy precoz de los factores de riesgo, que es lo que proponemos, probablemente no solamente se va a asociar a una reducción de infartos en el futuro, sino también a una reducción de estos casos de deterioro cognitivo y demencia.

8. ¿Qué se puede hacer para reducir el riesgo cardiovascular?

Nunca es pronto ni tarde para empezar a controlar los factores de riesgo. Esto quiere decir que personas jóvenes de 20 años ya deberían empezar a controlárselos y aquellos con edad media o media alta que no lo hayan hecho, también. Estos factores de riesgo que llamamos modificables, que son los que se asocian a desarrollar esta enfermedad, son el tabaquismo, la diabetes y, sobre todo en edades muy precoces, el colesterol alto y la tensión alta. Por eso es tan importante que los jóvenes a partir de los 20 años empiecen a hacerse analíticas, y se controlen la tensión arterial para descartar estos factores de riesgo que pueden aparecer a estas edades y permanecer silentes durante muchísimos años, y que luego los problemas aparezcan a los 45-50 años.

9. ¿Qué implicaciones tiene este estudio en cuanto a fármacos?

Una persona que tenga el colesterol alto tiene que seguir una dieta saludable y hacer ejercicio, pero muy probablemente tenga que tomar también alguna una medicación para reducir el colesterol. Y quien tenga una tensión arterial alta, aunque sea muy joven, ha de controlar la dieta, comer menos sal y reducir o eliminar el consumo de alcohol; y si aun así no se controla, también tomar algún antihipertensivo.

10. La glucosa es la principal fuente de energía de las neuronas. Si su consumo cae, se puede ver limitada la capacidad del cerebro de lidiar en el futuro contra enfermedades neurodegenerativas. ¿Esto guarda relación con que muchos pacientes con problemas de salud cardiovascular también tienen diabetes? ¿Cómo lograr que aumente el metabolismo de la glucosa cerebral?

La pregunta es excepcional. De hecho, las personas diabéticas o con intolerancia a la glucosa, que son las fases más precoces de la diabetes, acaban desarrollando dicha resistencia a la insulina. Esto quiere decir que las células no pueden importar la glucosa dentro de ellas para producir energía, lo que hace que se reduzca el metabolismo, como hemos visto en el cerebro. Es decir, sí que guarda relación con la diabetes, pero también es importante resaltar que hay estadíos previos que, con los criterios diagnósticos que tenemos hoy en día, ya demuestran que hay personas con problemas de manejo de glucosa; es decir, la intolerancia a la glucosa o la resistencia a la insulina pueden aparecer muchos años antes que la diabetes.