Entrevista

«Nuestras líneas de trabajo van dirigidas a obtener tratamientos personalizados»

Javier Corral, director de la Unidad de Medicinas Innovadoras de BMS para España y Portugal

Javier Corral
Javier CorralArchivofreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@546dec3d

En un día como hoy, en que se celebra el Día Mundial del Corazón, Javier Corral, alto representante en España de Bristol Myers Squibb (BMS), una empresa biofarmacéutica con más de 30.000 empleados en todo el mundo, incide en la importancia de la prevención y la vida saludable como los mejores aliados de la ciencia y la investigación para afrontar unas dolencias que son la principal causa de muerte en España.

¿Nos puede indicar por qué es relevante abordar frontalmente las enfermedades cardiovasculares en nuestro país?

Cuando hablamos de enfermedades cardiovasculares nos referimos a todas aquellas patologías que afectan a nuestro corazón y vasos sanguíneos. La importancia que tienen las enfermedades cardiovasculares a día de hoy es que constituyen una de las principales causas de muerte en el mundo. De hecho, en España son la primera causa de muerte. El estilo de vida y el envejecimiento de la población son algunos de los hechos que explican esta prevalencia. A pesar de ello, cada vez tenemos un mayor conocimiento y somos conscientes de que, aunque en algunos casos sean mortales, son también prevenibles. Sabemos que algunos de los principales factores de riesgo son evitables, es decir que nuestras acciones individuales pueden protegernos de las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, cuando ya se ha producido el diagnóstico, es importante seguir incidiendo en la prevención. Un claro ejemplo de ello es la fibrilación auricular: sin un tratamiento adecuado y un estilo de vida saludable, el riesgo de sufrir un ictus aumenta considerablemente.

¿Es por tanto la prevención clave en el abordaje de las enfermedades cardiovasculares?

Por supuesto, el abordaje de las enfermedades cardiovasculares se centra no solamente en el desarrollo de tratamientos, sino también en fomentar el conocimiento y prevención de estas patologías. De hecho, esta idea forma parte de la esencia de nuestra compañía, Bristol Myers Squibb. Desde nuestros inicios teníamos claro nuestro objetivo: transformar la forma de abordar la prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares en el futuro. La obesidad, el sedentarismo y el estrés son algunos de los factores de riesgo más relevantes. Podríamos decir, por tanto, que la práctica de actividad física de forma regular o una alimentación equilibrada, saludable y variada es el mejor tratamiento para este tipo de enfermedades. Cuanto más jóvenes nos iniciemos en estos hábitos saludables, menos expuestos estaremos a los factores de riesgo. Desde nuestra compañía, llevamos a cabo diferentes iniciativas dirigidas, especialmente, a los más pequeños, que nos permiten situar el foco en la prevención y el fomento de actividad física para prevenir en salud. Todas ellas se enmarcan dentro de la campaña «La Ciencia que nos Mueve». En materia de prevención, no importa la edad, sino cuándo se empieza a adoptar hábitos de vida saludable, y cuanto antes se empiece mejor.

El 29 de septiembre es el Día Mundial del Corazón. En BMS han puesto en marcha la iniciativa «Con el corazón no se juega». ¿Cree que los jóvenes son conscientes de la importancia de la salud cardiovascular?

Los jóvenes hoy en día asocian los problemas cardiovasculares a personas mayores. Y no es así. Es importante recordar que una buena salud cardiovascular se puede –y se debe– ir construyendo con buenos hábitos: una alimentación adecuada, práctica de ejercicio, rechazo a las sustancias tóxicas… Y cuanto antes se incorporen estos hábitos, mejor. En BMS creemos que los jóvenes deben ir conociendo los factores de riesgo cardiovasculares y cómo ellos pueden comenzar a cuidar su corazón. Por eso hemos puesto en marcha esa iniciativa, muy ligada al deporte. Creemos que es importante que conozcan su latido, que lo escuchen y que sean capaces de identificar alguna posible anomalía que pueda surgir durante la práctica deportiva o en su vida cotidiana.

Como director de la Unidad de Cardiovascular de BMS, ¿cuál es el futuro de la compañía en este campo?

El futuro de la compañía en el área cardiovascular es muy ilusionante. Bristol Myers Squibb tiene un compromiso muy arraigado con la investigación en enfermedades cardiovasculares. De hecho, hace ya más de 60 años que comenzamos a desarrollar tratamientos innovadores para distintas patologías como la hipertensión y, más recientemente, la fibrilación auricular. Mirando hacia el futuro, estamos evaluando múltiples agentes nuevos para la trombosis arterial y desarrollando estrategias que prevengan y traten la insuficiencia cardíaca.

En materia de investigación, ¿cuáles son las principales líneas abiertas a futuro?

Estamos adoptando un enfoque traslacional en el descubrimiento y desarrollo de fármacos cardiovasculares. Sabemos que cada diagnóstico es un caso único. Por eso, nuestras principales líneas de trabajo se centran en conocer aquellos aspectos que son relevantes para el abordaje de las enfermedades cardiovasculares, de forma que nos permitan obtener como resultado tratamientos dirigidos, ampliar el uso de biomarcadores y datos de la vida real para diseñar mejor los ensayos. En pocas palabras: se trata de conocer qué tratamientos son más apropiados para cada paciente. Todo esto no sería posible sin los profesionales sanitarios, con quienes trabajamos estrechamente y, por supuesto, sin los pacientes y familiares. Nuestras principales líneas de investigación a futuro se dirigen básicamente a mejorar y prolongar la vida de pacientes con enfermedad cardiovascular, porque sabemos que personas de todo el mundo afectadas por estas enfermedades confían en nosotros.