
País Vasco
Cuatro doctoras del Hospital Donostia avalan la versión de que la bebé fue zarandeada
Las profesionales han desgranado todo el periplo desde que la menor ingresó en Urgencias de este centro hasta que fue dada de alta cuatro meses después

Las cuatro doctoras del Hospital Universitario Donostia que han declarado este martes en el juicio contra los padres acusados de intentar matar a su hija de dos meses zarandeándola han avalado esta posibilidad al considerar que es la "más compatible" con las graves lesiones con las que la bebé fue ingresada en este centro.
La niña fue derivada a Urgencias de este hospital público el 14 de octubre de 2023, desde una clínica en la que había ingresado seis días antes por una infección de orina y su escaso crecimiento de peso y talla. Los facultativos de este centro decidieron su traslado porque tenía la glucosa "descontrolada" y un estado general en el que pasaba de momentos de letargo a otros en los que estaba "más excitable".
Tras las pruebas practicadas en el Hospital Donostia, se descubrió que la menor tenía convulsiones y padecía una hemorragia cerebral, lesiones "muy graves", compatibles con el denominado 'síndrome del niño zarandeado', que en aquel momento ponían su vida "en riesgo".
En la segunda jornada del juicio por estos hechos, que tiene lugar desde el lunes en la Sección Primera de la Audiencia de Guipúzcoa, han declarado dos médicos de la citada clínica, así como una doctora de la UCI pediátrica del Hospital Donostia, la directora del área infantil de este centro, una de sus oftalmólogas y una intensivista.
Las cuatro profesionales del Hospital Donostia han desgranado todo el periplo desde que la menor ingresó en Urgencias de este centro hasta que fue dada de alta cuatro meses después.
De esta manera, han relatado cómo, después de ingresar en la UCI pediátrica, un escáner desveló la existencia de una hemorragia cerebral y luego se detectó que padecía "hemorragias retinianas" en ambos ojos "muy características" del síndrome del niño zarandeado, que se produce en la cabeza por un mecanismo de "golpe y contagolpe".
"Inicialmente, nos costó mucho controlar las convulsiones", ha relatado una de estas doctoras, que ha recordado cómo también fue necesario intubar a la niña y suministrarle fármacos sedantes, hasta que fue mejorando poco a poco en las siguientes 48 horas. Un mes más tarde la paciente pasó a planta, pero transcurrieron otros tres meses más antes de ser dada de alta.
Ante estas "sospechas", se practicaron nuevos estudios genéticos, metabólicos y hematológicos para descartar otras posibilidades, distintas al zarandeo, que no arrojaron resultados positivos, aunque sí desvelaron la existencia de una fractura antigua en una de las costillas, aunque los padres habían descartado que la menor se hubiera caído o golpeado.
Al ser preguntada por el fiscal sobre si la situación de la menor podría ser compatible con alguna situación diferente al citado síndrome, una de las doctoras ha señalado que la situación clínica de la menor, "con hemorragias cerebrales" un "fractura costal" antigua y las hemorragias retinianas, no hace que sea 100 % seguro, "pero casi lo es", ha recalcado.
"Nosotros cuando las vemos, sobre todo en este contexto clínico, tenemos que velar por la protección del menor y darlas a conocer", ha insistido.
En esta misma línea, una de sus compañeras ha insistido en que las hemorragias cerebrales y retinianas "son mecanismos asociados a traumatismos cuando se zarandea a un niño", algo que "está muy definido en la literatura médica".
Está previsto que el juicio continúe este miércoles con la declaración de los médicos forenses y varios peritos propuestos por la defensa.
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