Adicciones

Estados Unidos aprueba el primer aerosol nasal para tratar la sobredosis de opiáceos

Además, una investigación demuestra el éxito de un programa de terapia invividual y de grupo, que ayudó a 1 de cada 5 personas con dolor crónico a abandonar los analgésicos adictivos en un año

Crisis de opioides en Estados Unidos
Crisis de opioides en Estados UnidosDreamstimeDreamstime

La sobredosis de drogas es uno de los mayores problemas de salud pública en Estados Unidos, con más de 103.000 sobredosis fatales reportadas que ocurrieron en el periodo de 12 meses que finalizó en noviembre de 2022, impulsadas principalmente por opioides sintéticos como el fentanilo ilegal.Este peligroso producto es 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina.

La Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado 'Opvee', el primer aerosol nasal de clorhidrato de nalmefeno para el tratamiento de emergencia de sobredosis de opioides conocida o sospechada en adultos y pacientes pediátricos de 12 años de edad y mayores, según informa Europa Press. El nalmefeno es un antagonista de los receptores opioides que se usa para tratar la sobredosis aguda de opioides. Si el nalmefeno se administra rápidamente, puede revertir los efectos de la sobredosis de opioides, incluida la depresión respiratoria, la sedación y la presión arterial baja (es decir, hipotensión). El producto recientemente aprobado, que administra 2,7 miligramos (mg) de nalmefeno en la cavidad nasal, está disponible con receta médica y está diseñado para su uso en entornos comunitarios y de atención médica.

Las reacciones adversas más comunes incluyen molestias nasales, dolor de cabeza, náuseas, mareos, sofocos, vómitos, ansiedad, fatiga, congestión nasal e irritación de garganta, dolor en la nariz (rinalgia), disminución del apetito, enrojecimiento de la piel (eritema) y sudoración excesiva (hiperhidrosis).

Vacuna

Este fármaco se suma a otras innovaciones aprobadas recientemente en Estados Unidos para afrontar los graves efectos de esta droga, en cuyo consumo suelen recaer hasta el 80% de las personas dependientes. Un equipo de investigación dirigido por la Universidad de Houston (Estados Unidos) desarrollo en noviembre del año pasado una vacuna que podría bloquear la capacidad del fentanilo de entrar en el cerebro, eliminando así el “subidón” de la droga. El hallazgo, publicado en la revista científica Pharmaceutics, podría tener importantes repercusiones como agente de prevención de recaídas para las personas que intentan dejar de consumir opioides.

Terapia invididual y en grupo

A pesar de que está demostrado que tomar opiáceos a largo plazo es perjudicial, actualmente no existen tratamientos alternativos para ayudar de forma segura a las personas que están dejando los opiáceos y siguen padeciendo dolor crónico- no relacionado con el cáncer-.

Ahora, científicos de la Universidad de Warwick y del Hospital Universitario James Cook de Middlesbrough, en Reino Unido, han dirigido un ensayo clínico, financiado por el Instituto Nacional de Investigación Sanitaria y Asistencial (NIHR, por sus siglas en inglés), que muestra el éxito de un programa de intervención diseñado para guiar a las personas en el abandono de los analgésicos recetados, reducir su consumo de opiáceos y aprender a manejar su dolor mediante técnicas alternativas con un curso que combina apoyo individual y en grupo.

El estudio- llamado I-WOTCH (Improving the Wellbeing of people with Opioid Treated Chronic Pain)- descubrió que el programa de intervención ayudó a 1 de cada 5 personas a dejar los opiáceos en un año, sin sustituir la medicación y sin empeorar su dolor, informa Europa Press.

El ensayo comparó dos tratamientos, dividiendo a los participantes aleatoriamente en dos grupos. Un grupo siguió recibiendo la atención de su médico de cabecera, además de un folleto de autoayuda y un CD de relajación; el segundo grupo siguió el mismo tratamiento y participó en un programa de intervención desarrollado especialmente por el equipo del estudio. El programa de intervención incluía sesiones sobre técnicas de afrontamiento, gestión del estrés, fijación de objetivos, atención plena, consejos sobre postura y movimiento, cómo gestionar los síntomas de abstinencia y control del dolor tras el consumo de opiáceos. Los participantes completaron cuestionarios sobre su funcionamiento cotidiano y el consumo de analgésicos a intervalos a lo largo del ensayo.

Al cabo de un año, el 29% de las personas que participaron en el programa de intervención consiguieron dejar por completo los opiáceos, frente a sólo el 7% de las que recibieron tratamiento con la atención del médico de cabecera, el folleto de autoayuda y el CD. No hubo diferencias entre los dos grupos en cuanto a su dolor o a la forma en que éste interfería en sus vidas.