Cocina
Mucho cuidado con meter estos alimentos al microondas: Podrían echarse a perder o peor aún, explotar
Aunque es uno de los electrodomésticos más versátiles del hogar, si le se fuerza en algunas tareas, las consecuencias podrían ser catastróficas
El microondas consigue calentar los alimentos gracias a la fuerte radiación de tipo infrarrojo que emite, de una forma parecida a cómo el Sol consigue calentar la superficie de la Tierra y permitir que seamos el único planeta conocido en el universo capaz de albergar formas de vida. Las paredes de este electrodoméstico están hechas de metal precisamente para hacer que las ondas que se producen en su interior reboten, calentando los alimentos e impidiendo que salgan al exterior.
La encargada de generar esta potente radiación es una pieza llamada magnetrón, fundamental para el funcionamiento del microondas. Sin embargo, cuando se introduce una pieza de metal externa al aparato, como podría ser una cuchara de metal en una taza de café, el campo eléctrico generado por el magnetrón se intensifica, pudiendo incluso llegar a generar descargas eléctricas.
En algunas ocasiones, pueden darse incluso pequeñas explosiones, por eso se insiste siempre tanto en la importancia de estar muy atento a la hora de introducir cualquier alimento al microondas. Además, estas piezas de metal exógenas absorberán casi toda la radiación, dejando para colmo la comida casi igual de fría que cuando se introdujo.
El microondas es un gran aliado y está presente en casi todas las cocinas, con diferentes variantes. Muchas personas de las nuevas generaciones no lo conocen, pero hasta que este aparato se comunicó de forma masiva, la leche que se toma en el desayuno había que calentarla en un cazo. Esta pieza de domótica vino a ahorrar mucho tiempo y energía a los hogares, pero hay que saber utilizarlo correctamente.
Alimentos que no deben introducirse en el microondas
Existen ya miles de productos precocinados que como único paso para tenerlos listos en el plato es necesario retirarles el envase y dejarlos unos pocos minutos en el microondas. Este pequeño aparato presente en casi todos las cocinas de los hogares de España es sumamente útil para cocinar o recalentar muchos alimentos, pero no todos se pueden introducir en él.
Normalmente los productos que no son aptos para microondas llevan una etiqueta que lo indica claramente, pero aquí nos referimos a alimentos más cotidianos que no es tan intuitivo que no se puedan meter al 'micro'. Algunos se echarán a perder inmediatamente, otros adquirirán una textura desagradable y, los que menos, podrían llegar incluso a explotar y 'ponerlo todo perdido'.
Huevos y frutas
Puede ser bastante obvio, pero nunca está de más recordarlo. Esta clase de alimentos contienen gran cantidad de agua, además de una cáscara protectora. Al calentarlos en el micro, se crean presiones debido al vapor que se forma dentro de ellos, lo que podría hacerles explotar y estropear así el electrodoméstico.
Carnes y pescados crudos
Además de perder propiedades, al tratar de cocinar estos alimentos en el micro, se perderá por completo su textura, resultando en una consistencia muy desagradable y no demasiado sana ni recomendable para su consumo.
Guindillas y otros picantes
La principal sustancia de hacer que los pimientos y las guindillas piquen es la capsaicina. Al calentar estos productos al microondas, liberarán vapores y olores fuertes que pueden provocar graves irritaciones en garganta y ojos.
Verduras de hojas verdes
Además de echarse a perder sustancias naturales y beneficiosas que contienen, como los nitratos, éstos podrían transformarse químicamente en otros compuestos cancerígenos y perniciosos para la salud. Además, si no están suficientemente bien hidratadas, podrían acabar desprendiendo chispas.
Vaso de agua
Podría parecer muy útil para después prepararse un té o infusión caliente, pero es una práctica realmente peligrosa. Podría producirse un fenómeno que se conoce como 'sobrecalentamiento', y ocurre cuando el agua supera los 100ºC, pero no llega a hervir. Más tarde, al introducir en ella la bolsa de té, azúcar o cualquier otro objeto, la mezcla se activa y rompe a hervir sin aviso.
Bolsas de semillas
En los últimos años se han puesto muy de moda estas bolsas de tela con semillas (de trigo, de lavanda, de huesos de cereza, etc.) para calentarse en el microondas y así pasar más a gusto el invierno. Sin embargo, es muy importante seguir al pie de la letra las instrucciones del fabricante, que suelen establecer unos tiempos máximos.
Además, con el uso estas semillas naturales van perdiendo humedad, por lo que es recomendable que cada cinco o seis usos se introduzca junto a ellas un cuenco con dos dedos de agua, para que el vapor rehidrate la bolsa y se reduzca el riesgo de que salga ardiendo. Cuando se metan al micro, hay que prestarles máxima vigilancia.
✕
Accede a tu cuenta para comentar