Opinión

Salud alimentaria
Si el melón es el rey del verano, la sandía es la reina indiscutible de las frutas de temporada. Tiene todo lo que se necesita para pasar el calor: es fresquita, tiene grandes cantidades de agua, es baja en calorías y azúcares y muy rica en potasio y vitamina C. No hay mejor postre para el verano que una buena rodaja de sandía, que ayuda siempre a mantener una buena hidratación corporal.
Las hay completamente negras y lisas, estriadas, con bandas, con pepitas, sin pepitas, redondas, cuadradas, pequeñas, gigantescas... Pero lo más recomendable siempre es escoger el producto que se vea más fresco, y a ser posible de origen nacional. España es uno de los países más importantes en la producción de sandías, que son de gran calidad.
Sin embargo, hay en muchas ocasiones en las que no se puede comprar una sandía entera, ya sea porque no hay tantos miembros de la familia como para comerse una sandía tan grande antes de que se ponga mala, o porque una pieza entera puede pesar demasiado. Una sandía grande puede llegar a rondar fácilmente entre los cinco y los once kilos de peso.
Una opción que existe en la mayoría de fruterías y supermercados es comprar tan solo media sandía y ahorrarse complicaciones. Sin embargo, aunque esta medida puede ayudar a evitar el desperdicio de alimentos, también hay en algunas ocasiones en las que puede ocasiones problemas de salud. Así lo advertía la OCU hace una semana.
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), aunque comprar solo media sandía en lugar de una entera puede ser más cómodo, no es siempre mejor. Lo primero de todo, porque en muchas ocasiones adquirir la fruta a la mitad conlleva un mayor precio por kilogramo de producto. Y segundo, pero no por ello menos importante, por razones de seguridad alimentaria.
En la mayoría de locales y comercios, al llevarnos media pieza de sandía a casa, la envuelven en papel film para que llegue en perfectas condiciones. Sin embargo, el problema podría venir de los métodos y circunstancias de conservación que siga el vendedor en particular. Según advierte la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición), comprar este tipo de fruta ya partida podría implicar ciertos riesgos para la salud.
Pero que no cunda el pánico, las autoridades de seguridad alimentaria se refieren solo a aquellas veces en las que las medias sandías se encuentran a temperatura ambiente y no con algo de refrigeración. Esto puede provocar que se echen a perder o sufran alguna contaminación más rápido, por lo que solo deberían comprarse las medias sandías si se ha comprobado previamente que están en buenas condiciones de conservación.
Como existen muchos mitos al respecto, la OCU ha lanzado una serie de trucos reales y comprobados para elegir la mejor pieza de sandía en el supermercado o frutería:
Opinión
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