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Inteligencia Artificial

Bill Gates, cofundador de Microsoft, se prepara para lo peor: "Es muy profundo, e incluso aterrador"

La enseñanza y la medicina son dos de los campos que, a juicio del desarrollador y filántropo, antes pueden experimentar con la inteligencia artificial de forma práctica

Bill Gates, exCEO de Microsoft World Economic Forum

Siempre que la sociedad tiene que enfrentarse a nuevos paradigmas existe un momento de duda. Aquel que se abre ante lo desconocido, ante sus aplicaciones y los desafíos que puede suponer. La estabilidad es algo muy valioso y en ocasiones hace temer incluso aquello que, a priori, llega para mejorar la vida de todos.

Este pensamiento es recurrente e incluso se encuentra presente en el discurso de grandes mentes del panorama tecnológico. Es el caso de Bill Gates, figura fundamental en el universo de las computadoras y la revolución que éstas supusieron en el modo de trabajar, de comunicarse y de informarse. Gates lleva tiempo advirtiendo de un cambio en el ámbito laboral producto de la llegada de la inteligencia artificial que ha respaldado recientemente.

Miedo a lo desconocido pese a su potencial beneficio

Su papel como fundador junto a Paul Allen del gigante tecnológico Microsoft hace que las grandes universidades quieran contar con su testimonio y su visión de futuro a la hora de analizar los escenarios que se avecinan, por ejemplo, con la llegada de la inteligencia artificial.

Por ello la Universidad de Harvard invitó a Bill Gates a participar en febrero de este año en un acto junto al profesor Arthur Brooks en el que ambos diseccionaron lo que esperan en los próximos años de la inteligencia artificial. Con sus aspectos positivos y los que merecen mayor vigilancia, Gates apuntó a cuestiones como la enseñanza o la medicina como campos en los que antes se verá implantada la IA.

En relación al campo sanitario, Bill Gates dibujó un futuro cercano en el que el temor debería quedar superado tras comprobar los logros que la inteligencia artificial puede obtener en materia de diagnóstico: “El cambio es muy profundo e incluso un poco aterrador, porque está sucediendo muy rápidamente y no hay límite superior", apuntó Gates.

En su análisis el filántropo quiso ir más allá para exponer cómo considera que ese avance puede llegar a beneficiar a los humanos, cuestión que no prevé para otros ámbitos en los que considera que los humanos serán reemplazados: "Con el tiempo la máquina probablemente será superior a los humanos, porque la amplitud de conocimiento que se necesita para tomar algunas de estas decisiones va más allá de la cognición humana individual", explicaba ante el público asistente.

La lógica impulsa a sentir cierto recelo a la hora de pensar en acudir a una cita médica y ser atendido y diagnosticado por un ente no humano. Pero Bill Gates considera que ésta puede ser una buena herramienta en el servicio de atención primaria para descongestionar la carga de trabajo de los médicos y que ello repercuta en una mejor atención recibida por los pacientes.

Los usos prácticos que puede tener la inteligencia artificial son muchos, pero por el momento son solo teóricos. Queda todavía mucho por avanzar y el hecho de que personalidades con la trayectoria y el reconocimiento de Bill Gates vislumbren escenarios como el que señaló en su intervención en la Universidad de Harvard dan tanto vértigo como respiro.