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Kurt Wagner, corresponsal de redes sociales de Blomberg, ataca sin piedad a Mark Zuckerberg: "Cuando aún queda mucho trabajo, se lanza a lo siguiente"

Los problemas para Meta se acumulan y a las acusaciones de intromisión en la privacidad de los usuarios tiene que unir la falta de avance en sus proyectos ligados a inteligencia artificial

Mark Zuckerberg
Mark Zuckerberg, fundador de MetaWikimedia Commons

Hay momentos en que incluso los grandes líderes de compañías de referencia necesitan un toque de realidad para saber si el camino que están tomando es correcto o si en algún momento han comenzado a tomar decisiones cuestionables.

En el caso de Mark Zuckerberg y Meta, en los últimos tiempos se acumulan ese tipo de momentos. A la multa millonaria de la Unión Europea por incumplir la Ley de Mercados Digitales se le suma la polémica por la intromisión en la privacidad de los usuarios de las aplicaciones de Facebook e Instagram en Android.

El error de desmembrar proyectos a mitad de camino

Pero es que, además, Meta parece estar quedándose muy atrás en la carrera planteada por liderar la evolución de la inteligencia artificial frente a competidores como OpenAI, Anthropic o Google. Pese a los intentos por impulsar proyectos dentro de la compañía, los resultados no acaban de acompañar a Mark Zuckerberg y hay expertos como Kurt Wagner, corresponsal de redes sociales de la agencia de noticias Bloomberg, que han dado con parte del problema.

Así lo refleja en el boletín diario “Tecnología en profundidad”, que la agencia envió el pasado 12 de junio y del que se encargó el propio Wagner. En él y con la experiencia de permanecer atento al día a día de las principales plataformas que conforman Meta, Kurt Wagner lanzó un diagnóstico sobre cuál puede ser el problema que esté lastrando a la compañía de Menlo Park: los continuos cambios de rumbo de Zuckerberg.

Haciéndose eco de testimonios de trabajadores de Meta, Kurt Wagner es capaz de hacer un lienzo de situación en la que se encuentra Mark Zuckerberg, apuntando que su problema está en mirar demasiado a la competencia y no creer en sus propios proyectos, dejando algunos de lado en cuanto considera que hay otro terreno en el que poner el foco: “Cuando se muda a una nueva gran empresa, muchos de los trabajadores más leales se unen a él, y luego, a menudo cuando aún queda mucho trabajo por hacer, se lanza a la siguiente gran empresa”, apunta el periodista de Bloomberg.

Con ello, lo único que consigue Mark Zuckerberg, bajo la opinión de Kurt Wagner, es contar con un grupo de trabajadores ampliamente motivado por los retos que les toca enfrentar, pero también con una presión sobre su desempeño que en ocasiones “suele ser un arma de doble filo”, como señala el propio Wagner.

Es evidente que la carrera por liderar los modelos de lenguaje y cuanto comporta la inteligencia artificial, incluso alcanzar la inteligencia artificial general (AGI) se encuentra en el foco de todos los directores ejecutivos de las grandes compañías. Lo que también parece demostrado, si atendemos a las palabras de Kurt Wagner, es que la exigencia de Mark Zuckerberg está en lo alto de la clasificación de los jefes exigentes con sus equipos.